Este lunes se espera que la Abogacía del Estado remita su escrito de alegaciones al Tribunal Supremo en relación a la inmunidad de Oriol Junqueras y su posición ya no es un obstáculo para que los republicanos den la abstención a los socialistas. Ahora, ambas formaciones llevarán el acuerdo a sus respectivos órganos de dirección. Sin embargo, desde ERC descartan convocar a su Consell Nacional antes de final de año, lo que aleja la posibilidad de que se celebre la investidura antes de la festividad de Reyes. En cualquier caso, los socialistas ya tienen prácticamente todo atado para formar gobierno, la fecha del inicio del trámite parlamentario será los primeros días de enero.
El PSOE ha completado una etapa más en su largo camino hacía la Moncloa y Pedro Sánchez está cada vez más cerca de tener los apoyos necesarios para lograr la investidura como presidente del Gobierno. Este lunes, se espera que la Abogacía del Estado remita al Tribunal Supremo su escrito de alegaciones sobre la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en la que ratificaba que Oriol Junqueras tenía inmunidad parlamentaria desde el pasado mes de junio. Es una de las últimas condiciones que pusieron desde ERC para cerrar un acuerdo.
Fuentes de la negociación han filtrado que para ERC la posición de la Abogacía no será un obstáculo para que los republicanos catalanes den luz verde al acuerdo con el PSOE y están dispuestos a abstenerse en la investidura, lo que deja a Pedro Sánchez el camino libre hacía la Moncloa.
Este pasado viernes, los equipos negociadores de PSOE y ERC se reunieron nuevamente en Madrid, en un encuentro secreto en el que hubo avances notables y se cerró con un documento que ahora está estudiando la formación catalana, pero que parece suficiente para cerrar el acuerdo. Para llegar hasta aquí, se han sucedido los contactos, tanto en privado como públicos, y la negociación ha pasado por numerosos altibajos. Oficialmente, el primer contacto entre ambas formaciones se produjo el 28 de noviembre, semanas después de las elecciones en las que los socialistas volvieron a ganar con contundencia. Por parte del PSOE, se sentaron a la mesa de negociación Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa; mientras que de las filas republicanas estaban Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep María Jové. No obstante, no han sido los únicos partícipes en esta intensa negociación ya que los contactos entre la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, y el vicepresidente catalán, Pere Aragonés, han sido constantes. Incluso el propio Sánchez ha mantenido conversaciones con Aragonés.
Las etapas se han ido cubriendo más despacio de lo que querían los socialistas, pero ya sabían que se enfrentaban a una dura negociación. Entre medias, ha llegado la sentencia de la Justicia Europea que reconocía que Junqueras debió salir de prisión cuando fue elegido eurodiputado y puso más dificultades a la resolución de un acuerdo. Los republicanos, además, siempre han temido que su posición sea aprovechada por JxCAT para atacarlos en una hipotética convocatoria electoral. Desde ERC fueron pidiendo condiciones a los socialistas que se han ido aceptando: equipos negociadores de tres miembros, la celebración de una reunión en Barcelona, la vuelta al diálogo con el presidente de la Generalitat y la configuración de una mesa de Gobiernos que aborde sin condicionantes previos el conflicto catalán.
Los socialistas siempre han dejado claro que nunca traspasarán los límites de la Constitución, que el diálogo que se inicie debe respetar el marco legal establecido y, por lo tanto, no aceptarán la celebración de un referéndum de autodeterminación
Por su parte, los socialistas siempre han dejado claro que nunca traspasarán los límites de la Constitución, que el diálogo que se inicie debe respetar el marco legal establecido y, por lo tanto, no aceptarán la celebración de un referéndum de autodeterminación. Desde el minuto uno, además, han pedido respetar la independencia judicial, así como las sentencias de la justicia española y europea. El PSOE ha conseguido que los de Junqueras se alejen de la vía unilateral y en su último Congreso Nacional, aunque no lo descartan, lo sitúan como la última vía. Desde las filas socialistas también han pedido a los republicanos catalanes que su apoyo no sea solo para la investidura, sino que se comprometan a votar a favor de los primeros Presupuestos Generales del Estado. Se espera, por tanto, que el acuerdo firmado contenga una amplia agenda social que recupere para los ciudadanos muchos de los derechos que se vieron recortados durante los años de Gobierno de Mariano Rajoy.
Ahora, tras numerosos aplazamientos, el PSOE quiere celebrar cuanto antes la sesión de investidura. Su idea era que antes de finalizar el año hubiese Gobierno, sin la etiqueta de ‘en funciones’, pero esto ya parece un imposible. La siguiente cita posible son los días 2, 3, 4 y 5 de enero, pero para ello se necesita que el Consell Nacional de ERC de su ‘sí’ definitivo antes del día 2 o ese mismo día. En la Mesa del Congreso ya lo tienen todo preparado para proceder al trámite parlamentario.
Ahora, solo queda saber el día concreto en el que España tendrá finalmente un gobierno progresista liderado por los socialistas.
En paralelo a la negociación con ERC, el PSOE ya ha cerrado su acuerdo de Gobierno de Coalición con Unidas Podemos, tienen ya el programa y los equipos que lo desarrollarán y se espera que se haga público antes de la investidura. Además, han negociado con el PNV, Más País, Compromís y PRC el apoyo al nuevo Ejecutivo. Y a estos grupos se quiere sumar a Coalición Canaria, BNG y Teruel Existe. En total, Pedro Sánchez podría obtener 169 ‘síes’ que con las 13 abstenciones de ERC darían a Sánchez la presidencia. Enfrente, tendrán a las tres siglas de la derecha, PP, Vox y Ciudadanos, que desde el primer momento se situaron en el bloqueo institucional y siempre trabajaron para que fuera posible una tercera convoctoria electoral.
En estos momentos, se puede asegurar al 99% que Pedro Sánchez será investido presidente del Gobierno. Sin embargo, la dificultad de las negociaciones hacen que aún haya cierta cautela en las filas socialistas. Ahora, solo queda saber el día concreto en el que España tendrá finalmente un gobierno progresista liderado por los socialistas.