publicidad

"Lo que la oruga llama 'el fin', el resto del mundo lo llama 'mariposa'."

Soy mujer y a los 70 ya no follo, ¿Por qué?

Soy mujer y a los 70 ya no follo, ¿Por qué?


 

“La sociedad se niega a pensar en la vejez como una continuación de la vida. Lo que se oculta es que seguimos siendo seres humanos completos, con deseos, pensamientos, y necesidades.”

Simone de Beauvoir

"Soy mujer y a los 70 ya no follo, ¿Por qué?" Un libro que te perdiste. 

Lea la respuesta de la autora del libro Mari Eli Moreno a este comentario. 

Sostengo que hay títulos de libros que despiertan la curiosidad al instante. Y luego está "Soy mujer y a los 70 ya no follo, ¿Por qué?", de Marieli Moreno, un libro que promete abordar un tema que parece, a primera vista, incómodo o tabú, pero que se enfrenta con descaro y humor a esa parte de la vida que muchos prefieren no discutir: el sexo (o la falta de él) en la tercera edad. Desde una perspectiva sarcástica y divertida, esta supuesta autora ofrece una especie de guía tragicómica de autoayuda que desmenuza, con ejemplos llenos de comicidad y momentos de reflexión, por qué, al parecer, los 70 años son el punto de inflexión en la vida sexual de una mujer.

Del placer al desdén.
El libro comienza con una anécdota que define el tono de todo lo que está por venir. La protagonista, una mujer de 70 años con más experiencia de vida que paciencia, recuerda los días en que el sexo era parte de su rutina semanal (bueno, quizás mensual, pero ese es un detalle). Nos describe cómo solía ver el sexo como algo obligatorio, como pagar impuestos, pero que con el tiempo le llegó a parecer tan raro como una carta escrita a mano: algo del pasado.

Ya desde las primeras páginas, el lector se encuentra con la pregunta fundamental que motiva esta obra ficticia: “¿En qué momento pasé de ser una mujer sexualmente activa a alguien que prefiere hacer ganchillo antes que tener sexo?” La autora nos asegura que no es cuestión de falta de interés, sino más bien de prioridades o, tal vez, de posibilidades. Porque, seamos sinceros, a los 70, lo último que quieres es un calambre en la pierna mientras intentas algo que ni siquiera recuerdas cómo se hace... si es que alguien alguna vez te lo propone.

La relación complicada con la libido.
En el primer capítulo, la autora explora el descenso gradual del deseo sexual con un toque de humor que roza lo terapéutico. Describe cómo, durante los 40 y los 50, el sexo sigue siendo parte de la conversación... pero ya no es la conversación principal, ni siquiera secundaria. Al llegar a los 60, sugiere que el interés por el sexo es algo que aparece y desaparece como los calcetines en la lavadora: a veces lo encuentras, a veces simplemente se esfuma del todo o a la mitad.

“La libido es como un perro viejo que ya no quiere salir a pasear”, escribe. “Ya no hay urgencia, no hay excitación. Solo está ahí, echado en un rincón, esperando a que lo dejes en paz”, pero luego se pregunta “¿por qué no llamarla?”.

En una de las secciones más divertidas, cuenta cómo intentó reactivar su vida sexual a los 65 comprando lencería de encaje y acudiendo a las personas más cercanas, que nunca habrían pensado que ella dijera adelante. Había imaginado que sería menos erótico y hasta cómico: “¿Qué puede suceder cuando intentas ponerte un body de encaje con principios de artritis en las manos? ¿No pareceré una momia mal envuelta? ¿Soy demasiado mayor para estas cosas?”.

En el capítulo "Mi cuerpo, mi enemigo", aborda los cambios físicos con una sinceridad brutal, pero con un humor que convierte la conversación en un auténtico entretenimiento. “A los 70, lo único que sigue levantándose de manera constante es la presión arterial”, comenta la autora, lanzando una de las frases que podría convertirse en un clásico.

Aquí, la autora se sumerge en una serie de ejemplos sobre cómo su cuerpo ha dejado de ser un cómplice en las aventuras sexuales para convertirse en un obstáculo. Desde el clásico “me duele la espalda” hasta el inesperado “¿dónde dejé mis gafas?” en mitad de un encuentro, la realidad física se impone de maneras inesperadas.

Sus amigas parecen decirle: “La elasticidad se fue, el deseo está de vacaciones y, sinceramente, no sé si quiero que vuelva.” A esta edad, según la autora, las relaciones sexuales requieren más planificación logística que una excursión a un museo, y ella lo preferiría antes que al museo.

¿Es él o soy yo?
La reflexión no se detiene en su propia experiencia; también dedica un buen espacio a hablar de su pareja. En este capítulo, con gran dosis de ironía, la autora nos introduce al hombre que comparte su vida desde hace muchas décadas. Aquí, el cuestionamiento no es solo sobre su propio deseo, sino también sobre el de él. “A los 70, los hombres se quejan de que el sexo ha desaparecido, pero cuando se les da la oportunidad, no hacen gran cosa para buscarlo.”

“Mi marido, para ser sincera, nunca estuvo muy interesado en el sexo, pero ahora, cuando lo miro sentado con sus pantuflas, la tele encendida y su barriga reposando en sus rodillas, me digo: A quien no le interesa es a mí”.

En este capítulo nos regala algunas de las mejores perlas del libro, describiendo el ritual previo al sexo con detalles cómicos: pastillas para la presión, gafas para leer las instrucciones del lubricante, y la búsqueda desesperada de una postura que no les deje en urgencias, o lo peor, que después no recuerden nada si es que algo hubiera llegado a pasar.

La sociedad y el sexo a los 70.
No todo en el libro es sobre sus propias experiencias; también hay un análisis mordaz de cómo la sociedad percibe la sexualidad en las personas mayores. En esta sección, la autora se pregunta por qué, a los 70, todo lo relacionado con el sexo parece haberse convertido en algo que no les pertenece. “Los anuncios de televisión me dicen qué crema usar para las arrugas, pero no qué hacer cuando tener sexo me parece más complicado que sacar a pasear al perro”.

La autora critica con ironía cómo la cultura pop parece haber olvidado que las personas mayores tienen vidas sexuales. Se burla de las películas donde el romance parece reservado solo para los jóvenes. “A mis 70 años, si veo a una pareja en la pantalla besándose apasionadamente, lo único en lo que puedo pensar es: ¿Y no les duele la espalda?”

La paz (y el placer) de no hacer nada.
El libro concluye con un giro inesperado: la aceptación de que, quizás, la vida sin sexo no es tan mala como nos han hecho creer. “El mejor sexo es el que no tengo que tener”, afirma con sorna la autora. No hay expectativas, no hay presión, solo paz y tranquilidad.

En lugar de sentirse derrotada por la pérdida de su deseo sexual, la protagonista parece celebrar su libertad. “Ahora, a mis 70, puedo hacer lo que realmente quiero: dormir bien, disfrutar de una buena copa de vino y no tener que preocuparme por depilarme las piernas nunca más”. “Pero claro, follar de vez en cuando tampoco diría que no. Quizás he escrito este libro no como autoayuda para nadie, sino como autoconvencimiento personal de que, en realidad, no es verdad que ya no me apetezca follar”.

Soy mujer y a los 70 ya no follo, ¿Por qué? es un libro inexistente que podría haber sido un éxito si hubiera tenido mayor difusión entre aquellos que están dispuestos a reírse de la realidad del envejecimiento y el sexo, o la falta de él. Con humor incisivo y una sinceridad brutal, la autora nos lleva a una reflexión cómica pero también liberadora: a veces, llegar a los 70 no es el fin del mundo, sino el comienzo de una nueva etapa, donde el descanso se valora tanto como alguna vez se valoró el deseo.

Sostengo que, francamente, siempre hay tiempo para todo.


INFORMACION SOBRE LA PROTECCIÓN DE TUS DATOS


Responsable: S.E.I. EDETRONIK. S.A

Finalidad: Envío de información solicitada, gestión de suscripción a la web y moderación de los comentarios.

Datos tratados: Comentarios: Datos identificativos (en el caso que te registres en la web) y comentarios.

Legitimación: Consentimiento del interesado.

Destinatarios: Utilizamos MDirector como plataforma profesional de envío de mails. Nos permite ofrecerte un servicio libre de SPAM y con total confidencialidad. Ellos únicamente almacenarán tu correo para poder realizar el envío.

Derechos: Puedes acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos que detallamos en el siguiente link

Información adicional En este link dispones de información adicional y detallada sobre la protección de datos personales que aplicamos en nuestra web.

CERRAR