Con la entrada de Ayuso en la campaña electoral del PP de Castilla y León se abre la puerta a un posible pacto con Vox y nace la duda sobre dónde se ubicará el PP en dentro del arco ideológico. Desde Génova y otras comunidades lo tienen claro “un gobierno de centro derecha”, como defiende Feijóo.
Con la entrada de Ayuso en la campaña electoral del PP de Castilla y León se abre la puerta a un posible pacto con Vox y nace la duda sobre dónde se ubicará el PP en dentro del arco ideológico. Desde Génova y otras comunidades lo tienen claro “un gobierno de centro derecha”, como defiende Feijóo.
“Le ha abierto la puerta a Vox”, espetaba Francisco Igea, candidato de Ciudadanos, durante el debate electoral que tuvo lugar ayer. “No sé de qué socios me habla, yo quiero gobernar en solitario” aseguraba el candidato popular, Alfonso Fernández Mañueco.
Y es que el candidato de los populares ha querido arrimarse al sol que más calienta, en este caso es el “fenómeno Ayuso”. Tras una llamada del propio Mañueco a la presidenta madrileña, esta decidió echarle otro ‘capote’ en una campaña electoral que se le está complicando sobremanera al aspirante a presidente.
Isabel Díaz Ayuso acudió a Valladolid, no se podría afirmar a ciencia cierta quien acompañaba a quién, si Ayuso a Mañueco o Mañueco a Ayuso, el caso es que el baño de masas estaba asegurado. “No sé lo que moviliza Casado. Sé que nunca vi en Valladolid lo de ayer”, asegura el equipo de la presidenta madrileña.
Pablo Casado, presidente del Partido Popular, a su vez también se volcaba en la campaña de Castilla y León, esta vez en Burgos cambió de registro, de los ‘atrezzos’ bucólicos y campestres donde las vacas pastan deambulando libres por el campo a visitar una empresa aeronáutica y darse un paseo por Burgos, donde parece indicar que el PP está perdiendo fuerza.
A pocos días de que tengan lugar los comicios, los dos grandes polos dentro del PP refuerzan sus posiciones. En caso de que a Mañueco solo le salgan las cuentas si pacta con Vox, moverá el eje del partido hacia la extrema derecha, alejándolo de las posiciones que Casado desearía. Esto debilitaría el liderazgo de Génova frente a los despachos de Sol. En caso contrario, si Mañueco consigue sacar adelante su propuesta de “gobernar en solitario”, apuntalaría a Casado como líder de los populares. La otra de las posibilidades, es que Mañueco, como Ícaro se acabe abrasando por arrimarse tanto a Sol.