Televisión Española acogió este lunes el primer debate electoral de la campaña en Castilla y León. Participaron los líderes del PP, Ciudadanos y PSOE, con la particularidad que el candidato del partido 'naranja' y ex vicepresidente del Gobierno, Francisco Igea, participó de manera telemática desde su casa por encontrarse pasando la Covid19. En el plató si estuvieron el presidente en funciones, el conservador, Alfonso Fernández Mañueco; y el candidato socialista y ganador de los últimos comicios, Luis Tudanca.
El dirigente socialista aspira a repetir triunfo electoral pero con la fuerza suficiente para que, esta vez sí, pueda contar con los apoyos parlamentarios que le permitan llevar a cabo lo que él mismo denomina "una oportunidad para el cambio". En sus intervenciones, Tudanca pidió la confianza de los castellanos y leoneses para que haya "un cambio después de 35 años de Gobiernos del PP" que, afirmó, "han sido de corrupción y despoblación".
Para el candidato progresista, la elección de los ciudadanos de la región para el 13 de febrero está clara y se sitúa entre "los mismos que gobiernan desde hace 35 años, o le damos una oportunidad al cambio. O un gobierno del PP con Vox o un gobierno decente que apueste por la igualdad y luche contra la despoblación".
Aunque el candidato de la ultraderecha no estuvo en el debate, su sombra fue alargada ya que desde el PSOE temen que el Partido Popular no tenga reparos en conformar un gobierno de coalición con Vox, abriendo de par en par la gestión de las instituciones a un partido que consideran que apuesta por un modelo de sociedad rancia, racista y opuesta a los postulados de la democracia liberal. El temor a una ultraderecha fuerte en las urnas se palpa en el seno del PP hasta tal punto que el propio Mañueco ha dicho en estos primeros días de campaña que iría a una repetición electoral antes de compartir Ejecutivo con Vox.
El adelanto electoral se produce en un momento delicado de la pandemia cuando aún no está superada la sexta ola de contagios. Eso es algo que el líder socialista en la región afeó a Mañueco. En este bloque, recordó que el Gobierno de España ha dotado al Gobierno regional con 1.600 millones de euros que la Junta no ha gastado en su totalidad.
En el bloque de educación, el socialista denunció los recortes que ha llevado a cabo el gobierno conservador del PP y la apuesta del PP por la educación privada y rechazó que Castilla y León afrontara la pandemia con 1.000 docentes menos y 1.200 millones menos fruto de los recortes de 35 años.
Tudanca se comprometió a garantizar la igualdad de los libros de texto, a implantar la gratuidad de la educación de cero a tres años, así como a incrementar un 25 por ciento la cuantía de las becas y la ampliación de plantillas y la garantía de las 35 horas de jornada laboral.
En materia de regeneración, Tudanca relató los múltiples casos de corrupción del PP tras 35 años de sentirse “impune”. “Me estoy empeñando en darles muchas razones para el cambio, pero solo por acabar con la corrupción en esta tierra, ya merecería la pena el cambio”.
Sobre fiscalidad, Tudanca insistió en la necesidad de que paguen más quienes más tienen para darle más a quien más necesita y puso un ejemplo: con los 25 millones de euros que se van a ahorrar los 700 herederos más ricos con las políticas del PP podríamos haber pagado la radioterapia en Ávila, Palencia, Segovia, Soria y El Bierzo.
“Mi modelo es pedir un esfuerzo mayor a quien más tiene y para hacer fiscalidad favorable en el medio rural para atraer empresas y población”, resumió.
Por último, en el bloque de despoblación, tras reconocer que es el primer problema de esta tierra, aseguró que hay dos maneras de luchar contra la despoblación: “no tomar ninguna medida y convocar unas elecciones en mitad de la pandemia como ha hecho Mañueco o poner en marcha una ley de medidas contra la despoblación con una inversión de 3.300 millones en diez años como ha hecho un gobierno socialista en Castilla La Mancha”.
Por eso, insistió en que ahora, con los fondos europeos, es el mejor momento para tomar medidas. Así, se comprometió a poner en marcha una ley de lucha contra la despoblación con estrategia y presupuesto propio, un plan de incentivos fiscales en el medio rural, la extensión de la digitalización, un plan de retención y retorno del talento joven y medidas para acabar con la exclusión financiera.