Continúa el retroceso económico en el mercado del automóvil provocado por la crisis sanitaria desde la aparición del COVID-19. En 2020 las cifras alcanzaron registros negativos nunca vistos desde la Segunda Guerra Mundial. Las ayudas ofrecidas por lo gobiernos para paliar los efectos ayudaron a reflotar distintos ámbitos de la economía, menos el sector de la automoción, que continúa en caída libre.
En el año 2020 las ventas de coches nuevos cayeron en tres millones, desde los 15 millones de coches de media que se vendieron desde 2010, a los 12 que se registraron al final de ese año. Y la tendencia no cambió en 2021, pese a que así lo esperaban los constructores. En el último año solo se matricularon 11,7 millones de vehículos nuevos, la cifra más baja desde hacía 35 años.
Y la razón es sencilla, la crisis del mercado de los semiconductores. Al no tener existencias de estos, no se puede finalizar la construcción. Según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA), la caída se debe a “la penuria de semiconductores, que frena la producción de automóviles todo el año, particularmente en el segundo semestre”, y se estima que se dejaron de fabricar ocho millones de vehículos en el último trimestre de manera global, 1,5 millones a nivel europeo.
En diciembre el mercado sólo creció en Bulgaria, Croacia, Eslovenia y Letonia
En España se matricularon en este último mes 86.081 coches nuevos cuando en 2020 habían sido 105.840, una caída del 18,7%, a pesar de que las restricciones sanitarias ya eran mínimas, se estaba creando empleo a tasas récord para ese mes y la economía crecía en el entorno del 5% anual.
Pero el descenso ha sido generalizado, en Europa los números son similares, y se han adquirido más de 200.000 coches menos que el año pasado en ese mismo periodo. Y todo esto, causado por la falta de componentes tecnológicos que impiden la finalización del producto.
El Grupo Volkswagen, con 2,9 millones de coches vendidos en 2021, lideró el mercado europeo seguido del Grupo Stellantis (2,3 millones) y del Grupo Renault (1,09 millones). La industria automovilística genera un superávit de 76.300 millones para la UE, suponiendo más del 8% del PIB europeo. Las constructoras esperan que 2022 sea el inicio de la recuperación de ventas, eso sí, todavía sin alcanzar los niveles previos a la pandemia.