Se cumplen dos semanas desde el descubrimiento de ómicron, la nueva variante de COVID-19 que dio inicio en Sudáfrica el 26 de noviembre. Los primeros datos exponen que es más contagiosa, pero con síntomas más leves que las anteriores, todavía sin víctimas mortales. Los científicos piden paciencia para ver su evolución y advierten de su peligro en el caso de que consiga establecerse de forma dominante en el panorama global.
Frente a la nueva cepa, los expertos de la Organización Mundial de la Salud remarcan que el 99% de los casos de coronavirus mundial se deben a la variante Delta, y que la solución para paliar las consecuencias es la prevención mediante las medidas sanitarias pertinentes. Entre estas, es importante lograr la inmunidad a partir de la vacunación de las personas que aún no tienen la pauta completa.
"Incluso si hay una reducción de la eficacia de la vacuna, seguirá siendo mejor estar vacunado”, ha expresado María Van Kerkhove, jefa de la célula anticovid de la OMS. Frente al escepticismo sobre las dosis, estar vacunado sigue siendo la mejor medida para no contraer el virus, reduciendo al mínimo las posibilidades de muerte o de desarrollar un cuadro grave de síntomas.
Si bien es cierto que se ha producido un repunte en las hospitalizaciones del continente africano, todavía es pronto para achacarlas a la nueva cepa, o simplemente, podría ser consecuencia de un repunte de casos general del coronavirus. El director general de la OMS, Jauad Mahjour, está en contra de las prohibiciones para frenar el virus puesto que “no detiene su circulación” aunque señala que sirve para que los países tengan más tiempo para prepararse.
"Recordemos que la delta es dominante, pero cuanto más circula el virus, más oportunidad tiene de cambiar, así que hay que reforzar la vigilancia en todo el mundo, la secuenciación genética representativa de todas partes del mundo", ha apuntado Van Kerkhove. Por el momento, ómicron tiene casos reportados en 23 países, pero se espera que aumente. Desde la OMS, inciden en que las restricciones se apliquen con medidas “basadas en la ciencia”.