Sí acudirá al Tribunal Constitucional ante lo que considera una resolución “abusiva y atentatoria” contra sus derechos.
El exdiputado de Podemos, Alberto Rodríguez, no presentará finalmente una querella penal contra Meritxell Batet, presidenta del Congreso de los Diputados, a la que acusaba de prevaricación, tras ceder ante la decisión del Supremo de retirarle el escaño.
La decisión de Batet llega propiciada tras la sentencia del Tribunal Supremo de condenar a Alberto Rodríguez por pegar una patada a un policía en una manifestación del año 2014. El exparlamentario fue condenado a 45 días de cárcel, conmutados por una multa y a la inhabilitación para ejercer el sufragio pasivo, lo que supuso la retirada del escaño.
Rodríguez, sin embargo, sí acudirá al Tribunal Constitucional para recurrir a la sentencia, buscando el amparo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Ya desvinculado del partido morado, ha cambiado su equipo de defensa y ha contratado al despacho de abogados que asesoró al expresidente Carles Puigdemont, una decisión que ha justificado por “la necesidad de contar con un equipo independiente y experto en el ámbito europeo”.
En el escrito, el exmiembro de Podemos carga duramente contra Batet, a quién acusa de extralimitarse en sus competencias y de “modificar la sentencia”. “Ante lo que considero una sentencia injusta, por cuanto nunca existió la comisión de los hechos que se me adjudican en la sentencia, y que ha traído como colación una cadena de decisiones sin arreglo a la ley por parte de la presidenta del Congreso de los Diputados, anuncio mi intención de presentar cualesquiera acciones fueran necesarias para recurrir e impugnar ambas decisiones, sus efectos y sus consecuencias”, declara Rodríguez, convencido de llegar hasta el final para demostrar su inocencia.
En cuestión de un par de días la querella ha pasado a de anunciarse por parte de Unidas Podemos como formación, a ser presentada a título personal por parte del político canario, a ni siquiera ser presentada finalmente. Alberto Rodríguez declaró el sábado su salida del partido y señaló que “uno debe saber cerrar los ciclos”.
La no presentación del litigio ayudará a limar asperezas entre los miembros del Ejecutivo y a rebajar la tensión provocada en los últimos días. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha deseado “la mejor de las suertes” a su excompañero de filas ante lo que considera una “injusticia”.