Pedro Sánchez es uno de los 17 líderes de países de la Unión Europea que firma una carta en la que denuncian las "amenazas" que aún existen en el continente contra derechos fundamentales y la discriminación de colectivos como el LGTBIQ. Lo hacen a pocos días de la celebración del Día Internacional, el próximo 28 de junio, pero sobre todo es una reacción a la aprobación de la nueva ley húngara que tiene claros tintes discriminatorios. En la carta no aluden al Victor Orban, pero los dirigentes europeos se suman a las protestas que ya han expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo, entre otros.
Enmanuel Macron, Angela Merkel, Mario Draghi, Mark Rutte, Stefan Löfven o Pedro Sánchez, entre otros son parte de los 17 líderes europeos que este jueves firman una carta en la que hacen un llamamiento a "seguir luchando contra la discriminación hacia la comunidad LGTBIQ, reafirmando la defensa de nuestros Derechos fundamentales. El respeto y la tolerancia están en el centro del proyecto europeo". Lo hacen cuatro días antes de la celebración del Día Internacional de lesbianas, gay, trans, bisexuales, intersexuales y queer, pero también coincide con la aprobación en el parlamento de Hungría de una ley con claros tintes de discriminación hacia el colectivo y que vulnera los derechos fundamentales de los ciudadanos de la Unión Europea.
Los dirigentes de estos países europeos no citan directamente a Víctor Orban, líder del Gobierno húngaro, pero sí hace clara referencia a la situación. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha publicado en su perfil de Twitter la carta y la acompañada con un mensaje claro "el odio, la intolerancia y la discriminación no tienen cabida en nuestra Unión. Por eso, hoy y todos los días, defendemos la diversidad y la igualdad LGTBI para que nuestras generaciones futuras puedan creer en una Europa de igualdad y respeto".
Esta misiva se une a las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen que el pasado miércoles sí se refirió directamente al caso de Hungría. La dirigente europea criticó con dureza la nueva legislación húngara que, entre otras cosas, prohíbe dar charlas sobre homosexualidad en las escuelas. Para von der Leyen se trata de una "discriminación clara a la gente en base a su orientación sexual y va en contra de todos los valores fundamentales de la Unión Europea. No vamos a ceder en estos principios".
Desde Bruselas, están dispuestos a "usar todos los poderes de la Comisión para asegurar que los derechos de los europeos estarán garantizados, sea quienes sean y vivan donde vivan".
Se habla abiertamente también de emprender acciones legales contra el Gobierno de Orban para que se detenga la nueva norma. Los servicios comunitarios examinan los detalles de la ley que, aseguran, podría violar derechos fundamentales y normas comunitarias en materia de educación y de discriminación.
Todos estos movimientos llegan en las horas previas a la cumbre europea de dos días que reúne a todos los líderes de los 27. Allí, podrían pedir explicaciones directas a Orban que tendrá que justificar el propósito de la polémica ley. En juego para el país está incluso la llegada de fondos europeos que están condicionados al respeto del Estado de Derecho dentro de la Unión Europea.