La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) descarta un peligro generalizado entre las personas con alérgias a alimentos o a medicamentos para que puedan recibir la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer. La doctora Nancy Ortega, en una entrevista a Infosalus, ha señalado la necesidad de soslayar generalizaciones de casos particulares, pues el número de incidencias es principalmente menor al de vacunados. El registro de 21 casos de anafilaxia en EEUU, a consecuencia de reacciones adversas ante el componente polietilenglicol (PGE) de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, ha generado incertidumbre sobre este grupo de personas sobre si deben o no vacunarse. Ortega ha recordado que se trata de un componente conocido, pues forma parte de muchos de los productos cotidianos -como colonias y medicamentos-, y que solo aquellas personas que presenten un diagnóstico que asegure su alergia al componente, deben evitar ponerse esta vacuna contra la Covid-19.
La llegada de la primera vacuna contra la Covid19 ha puesto en marcha un plan de vacunación masivo y urgente para superar la pandemia que asola al mundo. Pero algunas personas han padecido ya consecuencias indeseadas, en concreto, reacciones alérgicas. A pesar de que la seguridad sanitaria de los pacientes está hiper controlada y asegurada, es algo normal que entre las miles de personas que ya han recibido la primera dosis del fármaco haya este tipo de problemas. Éstos casos, alarmaron a la ciudadanía y dió alas a aquellos que ponen en duda que se hayan cubierto los pasos neesarios para poner una vacuna de este tipo en el mercado. Pero no debe haber preocupación. De hecho ya se ha aislado y encontrado el problema. Solo los alérgicos al polietilenglicol (PEG) deben abstenerse de ponerse esta vacuna.
Las autoridades sanitarias manifiestan que no se debe de generalizar el miedo ante la vacuna contra la Covid-19, a consecuencia de éstas reacciones alérgicas. Pese a que EEUU ha sido el principal país propulsor de ese temor, debido al registro de 21 casos de anafilaxia en su campaña de vacunación -entre el 14 y el 23 de diciembre-, la doctora Nancy Ortega, presidenta del Comité de Alergia a Medicamentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) ha señalado que no supone un grave peligro para las personas alérgicas. Solo 1 de cada 100.000 personas que recibieron la vacuna han tenido que ser intervenidos de urgencia. La razón, el componente polietilenglicol (PEG) que lleva la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech. Por ello, la doctora ha destacado a este sector como el único grupo que debe de evitar su administración, así lo ha asegurado en una entrevista a Infosalus: “Las personas que son alérgicas al PEG lo saben porque se trata de una sustancia que está súper presente en nuestra vida diaria y ya cuentan con un estudio y diagnóstico sobre esa alergia (…). La reacción alérgica que más se produce por esta sustancia es la dermatitis de contacto”. Como ha señalado Ortega, se trata de un componente que forma parte de la vida diaria de las personas, por lo que la incitación al miedo es algo ilógico. El PEG es un componente que comparten muchos otros medicamentos y productos de higiene personal, como colonias, champús, laxantes, antibióticos, analgésicos y antihipertensivos…, entre otros.
De esta manera, es preciso señalar que solo los casos más graves, con un mayor grado de alergia, han podido -y pueden- sufrir las dificultades respiratorias, taquicardias, erupciones y alteraciones de la tensión arterial que produce la anafilaxia. En el peor y menor de los casos, la muerte. Pese a ello, Ortega incide, en su entrevista a Infosalud, en la importancia de la vacunación, pues no es conveniente dejarse llevar por generalizaciones de casos particulares: “Las anafilaxias por PEG no son frecuentes y las alergias a ello tampoco. El tema surgió con los ingleses que tuvieron tres reacciones en pacientes con mucha alergia diagnosticada, que ya llevaban consigo la adrenalina autoinyectable, y se la tuvieron que poner. Por eso desde Inglaterra lanzaron ese mensaje de que los pacientes alérgicos bien a alimentos o a medicamentos con alergia grave no se podrían poner la vacuna”. Sin embargo, ahora ya sabemos que no hay peligro para alérgicos a alimentos o a otros medicamentos.
Respecto a los 21 casos detectados por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), tras la aplicación de 1.893.360 dosis, Ortega ha insistido que la única preocupación son aquellos que presentan una intolerancia al PEG: “Se ha visto que la única contradicción en sí de la vacuna está relacionada con las personas alérgicas al PEG, una molécula que ayuda a proteger al ARN mensajero de la vacuna tanto de Pfizer como de Moderna”. Porque sí, la vacuna de Moderna, de la cual España ya dispone las primeras dosis, cuenta con este mismo componente, es por ello por lo que la emisión este tipo de mensajes puede poner en verdadero peligro la campaña de vacunación contra la Covid-19. Por ello una vez más, Ortega recuerda en su entrevista que este tipo de incidencias -ante cualquier vacuna- son más comunes en las personas que presentan un historial de alergias, siendo mínimo el riesgo -como el caso de EEUU, con solo 21 casos de anafilaxia, entre el millón de personas vacunadas-.
Para evitar el riesgo de presentar anafilaxia, o cualquier otro efecto secundario, la SEAIC recomienda que todas aquellas personas alérgicas afectadas sean sometidas a un estudio alergológico para poder detectar la sustancia que ha condicionado tal reacción.