Una mujer de 90 años de Irlanda del Norte, Margaret Keenan, fue la primera en recibir este martes la vacuna fabricada por Pfizer y BioNTech contra el coronavirus, en el arranque de la campaña de vacunación masiva en Reino Unido. Este momento histórico fue filmado y fotografiado, en torno a las 6.45 horas de la mañana (7.45 horas en España) en el Hospital Universitario de Conventry, uno de los 50 centros médicos habilitados para la realización de la primera fase de la campaña, en la que tendrán prioridad las personas mayores de 80 años, así como el personal sanitario y de hogares de ancianos. Este momento ha sucedido en medio de una tensa situación, ya que desde que se aprobaron las vacunas contra la Covid-19 en Reino Unido, el primer ministro del país, Boris Johnson, ha levantado una gran polémica por su alarde patriótico y su defensa del Brexit, lo que ha generado que crezca, aún más, la tensión en sus relaciones con la Unión Europea.
Este martes, 8 de diciembre de 2020, se ha convertido en una fecha histórica en los calendarios de todo el mundo. Una mujer británica de 90 años, Margaret Keenan, ha sido la primera persona del mundo en recibir de forma oficial, y no en fase de pruebas, la vacuna preparada por Pfizer y BioNtech, en el marco del programa de vacunación que ha empezado este martes en Reino Unido.
Maggie, como la llaman sus familiares y amigos, ha sido vacunada en el Hospital Universitario de Conventry cerca de las 6.45 horas de la mañana (7.45 horas en España). Esta mujer recibió la primera de las dos dosis de la vacuna, administrada por la enfermera de origen filipino, May Parsons. Esto sucedió en medio de una gran atención mediática, ya que comenzaba lo que el Gobierno británico denomina el V-Day (Día de la V o vacunación).
“Me siento tan privilegiada de ser la primera persona en ser vacunada contra la Covid-19, es realmente el mejor regalo anticipado de cumpleaños que podría desear porque significa que finalmente podré pasar tiempo con mi familia y amigos en Año Nuevo tras pasar buena parte del año sola”, ha confesado la mujer en unas declaraciones recogidas por distintos medios británicos.
En este sentido, Maggie deberá volver dentro de 21 días para recibir la segunda dosis, de forma que al final serán 400.000 las personas beneficiarias de las 800.000 primeras dosis en llegar a Reino Unido.
Asimismo, la mujer ha querido agradecer al Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) por la buena atención recibida durante su vacunación y ha aconsejado a las demás personas vacunarse. “Si yo la puedo recibir a los 90 años, entonces usted también puede recibirla”, ha afirmado Keenan.
Tras este martes, serán 50 hospitales repartidos por todo el país los que comiencen a suministrar las inyecciones a pacientes mayores de 80 años, así como a empleados del sector sanitario y de hogares de ancianos.
El primer ministro británico, Boris Johnson, no ha querido perderse el arranque de esta campaña histórica y madrugó para poder formar parte de la vacunación en el Guys and St Thomas Hospital de Londres. A su vez, quiso celebrar el gran momento de Maggie con un mensaje en Twitter: “Gracias a lNHS, a todos los científicos que trabajaron duro para desarrollar esta vacuna, a todos los voluntarios y a quienes han estado siguiendo las reglas para proteger a los demás. Derrotaremos al virus juntos”.
Pero Johnson no ha sido el único en pronunciarse, y es que el ministro de Salud de Reino Unido, Matt Hancock, ha asegurado ante el canal televisivo Sky News sentirse “bastante emocionado”. “Ha sido un año bastante duro para mucha gente y finalmente tenemos (...) nuestra luz al final del túnel”, ha comentado.
La vacuna “protegerá a Margaret y a las personas a su alrededor y si conseguimos hacerlo (...) con todos los que son vulnerables a esta enfermedad podremos seguir adelante y podremos volver a la normalidad”, ha concluido, haciendo hincapié en que esta ha sido la mayor campaña de vacunación hasta la fecha llevada a cabo por el NHS.
Un mes en hielo seco y cinco días en la nevera
Una de las principales innovaciones de la vacuna de Pfizer, al igual que ocurre con la de Moderna, que está a punto de aprobarse, es el uso de la tecnología conocida como ARN mensajero (ARNm), que necesita una gran refrigeración. Esto puede suponer un problema a la hora de conservar el fármaco, ya que la temperatura que exige para conservarse en buen estado es de -70 grados centígrados y no todos los congeladores de los hospitales o centros especializados alcanzan esa temperatura.
En este sentido, en un primer momento la propia empresa otorga sus productos en unos recipientes específicos que mantienen la temperatura recomendada de -70 grados, con un margen de seguridad de +/- 10 grados, a través de la utilización de hielo seco.
Para continuar su proceso de preservación, tal ycomo viene preparado en el paquete se puede meter en uno de los supercongeladores que alcanzan la temperatura de -70 grados. Aun así, sin hacerle nada a los fármacos, aguantan 10 días sin abrir. Además, si cada cinco días se le va añadiendo hielo seco se puede alargar su utilidad durante un mes. Incluso después de todo eso aguanta otros cinco días a entre dos y ocho grados centígrados, o lo que es lo mismo, en una nevera convencional como la de cualquier hogar. Eso sí, una vez que se rompe la cadena de frío y se descongela el producto no se puede volver a congelar.
Alarde patriótico de Reino Unido
Desde la aprobación de la vacuna de Pfizer y BioNtech por parte de Reino Unido, el país no ha hecho más que defender el Brexit y el patriotismo sin tener nada que ver con la administración de las dosis.
En este sentido, el ministro británico de Educación, Gavin Williamson, afirmó el pasado jueves que Reino Unido aprobó antes la vacuna contra la Covid-19 de Pfizer y BioNtech porque, tanto el país como su agencia reguladora, son “mejores” que los demás. El antídoto británico “es mucho mejor que lo que tienen los franceses, mucho mejor que lo que tienen los belgas, mucho mejor que lo que tienen los estadounidense”, ha subrayado el ministro.
Sin embargo, las declaraciones de Willianson no fueron las únicas en reivindicar el patriotismo y pro-Brexit. Otros diputados conservadores y miembros del Gobierno británico también generaron críticas tanto dentro como fuera del país.
La directora de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés), June Raine, ha comentado que nada se omitió al “evaluar la seguridad” de la vacuna y que se ha cumplido con “los rigurosos niveles de seguridad” exigidos por la normativa europea, a la que Reino Unido está sujeto antes de que se produzca su separación del bloque el próximo 31 de diciembre.
Sin embargo, la Agencia Europea del Medicamento ha cuestionado este método tan urgente empleado por Londres y defiende que su procedimiento es más exhaustivo. Asimismo, el embajador alemán en Londres, Andreas Michaelis, ha respondido a las declaraciones de Raine estableciendo que se trata de “un esfuerzo internacional” y no “una historia nacional” y ha afirmado que, pese a la “contribución crucial” de la alemana BioNTech, “esto es europeo y transatlántico”.
Duro divorcio entre Reino Unido y la Unión Europea
El acuerdo post-Brexit entre el Reino Unido y la Unión Europea aún se encuentra en el aire. El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mantuvieron este lunes su segunda conversación telefónica en tres días, que concluyó igual que la primera, sin una posible coincidencia en la negociación sobre el tratado que ha de seguir las relaciones comerciales en el futuro.
Aun así, esta vez ambos lograron pactar una declaración que reconoce las diferencias, pero que adelanta un intento por resolverlas en una reunión presencial en Bruselas. “Coincidimos en que no existen las condiciones para finalizar un acuerdo, debido a las diferencias significativas restantes en tres cuestiones fundamentales: igualdad de condiciones, gobernanza y pesca”, recoge el comunicado.
Por ello, tanto Johnson como Von der Leyen son conscientes de que existen “significativas diferencias”, pero piden a sus jefes negociadores y sus equipos “un esfuerzo suplementario” para preparar “una descripción general de las diferencias restantes para discutirlas en una reunión física en Bruselas en los próximos días”.