Este lunes estaba marcado en rojo en el calendario de Fuenlabrada y de su equipo de fútbol. Después de una temporada de ensueño, el modesto equipo, recién ascendido al fútbol profesional, tenía en su mano meterse en el playoff de ascenso a primera división. Pero un brote de coronavirus entre sus jugadores arruinó el final de la competición del ‘Fuenla’ y del resto de sus contrincantes. Deportivo de la Coruña, Elche o Rayo Vallecano se sienten perjudicados deportivamente. Y el asunto ha saltado a la política con las graves acusaciones de la regidora socialista de A Coruña que han sido contestadas por el alcalde, también socialista, de la ciudad madrileña.
Hace unas semanas el máximo dirigente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, afirmaba que era imposible un rebrote de Covid19 entre cualquier equipo de primera o de segunda división en su vuelta a la competición. Aseguró que, de producirse algo, sería por la irresponsabilidad de los clubes al saltarse el estricto protocolo. Y mira por donde, la última jornada de liga de la segunda división arruinó el plan de Tebas, precisamente, por el comportamiento de la LFP ante un contagio en el seno del C.F. Fuenlabrada que cerraba la competición en A Coruña, frente al histórico Deportivo de La Coruña. Los madrileños jugaban por una plaza en el playoff de ascenso, los gallegos por salvarse de la catástrofe y descender a la segunda división B.
La historia comienza el sábado 18 de julio, tres días antes de disputarse la jornada final. En las pruebas protocolarias de PCR a las que se someten todos los equipos, un jugador del Fuenlabrada tiene los niveles alterados y es un posible contagio. El club informa a la LFP que esconde la información y no la traslada ni a las consejerías de Sanidad de Madrid y Galicia ni al propio Ministerio. Decide esperar acontecimientos para ver si la situación solo se queda en una falsa alarma.
El domingo, vuelven a hacerles pruebas a todos los miembros del equipo y a los familiares del sospechoso de estar enfermo. En este nuevo control se suman a las alteraciones en las pruebas otros tres empleados más con lo que ya son cuatro las personas afectadas. El club, según su versión, vuelve a comunicar los resultados a la LFP que sigue sin compartir la información con las autoridades sanitarias. Además, el club decide viajar al día siguiente hacía A Coruña tras dejar aislados a los sospechosos. Antes del viaje, ya el lunes, se someten a una nueva prueba sin esperar a los resultados. Llegados a la ciudad gallega y a pocas horas del partido estalla la situación ya que las pruebas de la mañana arrojan seis positivos entre los jugadores y dos entre los trabajadores.
El Club de Fútbol Fuenlabrada después explica en un comunicado que deciden viajar porque el protocolo siempre se ha cumplido al pie de la letra y los posibles positivos no estuvieron nunca en contacto directo suficiente para considerar el peligro de contagio, como marcan las medidas de la Liga. Además, añaden que “Todos los jugadores y los miembros de la expedición que se subieron al avión habían dado negativo en los tres test que se hicieron entre el sábado y el domingo. Además, no había trazabilidad epidemiológica entre los cuatro afectados que se quedaron en Madrid”.
Es aquí cuando actúa la LFP y comunica la situación al Consejo Superior de Deportes y a la Federación de Fútbol. Tras una reunión telemática de urgencia, deciden aplazar el partido entre el Fuenlabrada y el Deportivo de la Coruña, lo que provoca la indignación de los otros clubes de la competición que se juegan la clasificación y que dependen, de una manera u otra de lo que ocurra en el partido de Riazor. Se mezclan así cuestiones deportivas con sanitarias. La jornada termina por disputarse, a excepción del partido reseñado, y acaba con el descenso del histórico Deportivo incluso sin jugar porque la victoria ya ni le sirve. Así las cosas, dentro de diez días en Fuenlabrada disputará un partido para clasificarse para subir a primera con un equipo descendido y fuera del fútbol profesional.
Si las cosas ya estaban de por sí complicadas, con reacciones en las redes sociales contra el CF. Fuenlabrada, contra Tebas y la Liga y con amenazas de denuncias y adulteración de la competición, el asunto saltó a la política.
La alcaldesa de La Coruña acusa al Fuenlabrada de imprudencia y el regidor madrileño sale en defensa de su equipo
En la noche del lunes, la dirigente socialista y alcaldesa de A Coruña Inés Rey acusa de negligencia tanto al CF Fuenlabrada como a la LFP por hacer llevado a su ciudad un brote de coronavirus. Para Rey “las informaciones que tenemos rebelan una actitud irresponsable e inadmisible” y se cuestionó sobre varios asuntos “se sabía que cuatro miembros del equipo habían dado positivo el sábado y que se quedaron en Madrid. Una hora antes del partido nos enteramos, por los medios de comunicación porque nadie de LaLiga ni de la Federación se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento, que hay al menos seis positivos más. ¿Por qué se les permitió coger un avión, venir a la ciudad y alojarse en un hotel? ¿Se comunicó esta situación a las autoridades sanitarias de Madrid y Galicia? Si se sabía que había positivos, ¿por qué no se aisló al resto del equipo?”.
Lo que no explica la alcaldesa de A Coruña es por qué cientos de aficionados del equipo coruñés llenaban las calles de su ciudad sin respetar las medidas de seguridad, portando bengalas y rompiendo todos los protocolos, como muestran varios videos de aficionados en las redes sociales.
El CF Fuenlabrada se defendió en un comunicado afirmando que “Todos los integrantes de la expedición que viajaron a A Coruña dieron negativo en las pruebas PCR del sábado y del domingo. Y también en el test rápido que se realizó el domingo. Es decir, tres pruebas en menos de 48 horas”.
Además, continúa el comunicado “tanto la normativa estatal como su desarrollo autonómico a través de las Consejerías de Sanidad de Madrid y Galicia, consideran que tras un positivo se deben aislar solamente los contactos estrechos, esto es: “Cualquier persona que haya estado en el mismo lugar que un caso, a una distancia menor de 2 metros (ej. convivientes, visitas) y durante más de 15 minutos.”. En nuestro caso ningún componente de la expedición cumplía los requisitos para ser aislado, ya que el protocolo de LaLiga impide que en la dinámica de los entrenamientos se produzcan contactos tan prolongados”.
Y el club deportivo se defiende afirmando taxativamente que “por lo tanto, no ha habido ninguna negligencia ni irresponsabilidad por parte del Club como afirma la alcaldesa. Ya que ni había vinculación epidemiológica entre los positivos resultantes de los test realizados sábado y domingo, ni correspondía otra medida más que aislar a los positivos y continuar con el estricto protocolo de seguridad marcado por LaLiga”.
Y el alcalde de Fuenlabrada, el también socialista Javier Ayala, sale en defensa de los jugadores del club de la ciudad y de sus vecinos. En un mensaje distribuido en las redes sociales, el regidor socialista de la localidad madrileña afirma que “Quiero mostrar todo mi apoyo al CF Fuenlabrada frente a las injustas acusaciones de mi compañera la alcaldesa de A Coruña. Fuenlabrada no actúa de manera irresponsable ni negligente, sino que ha seguido al pie de la letra los protocolos que marca la Liga de Fútbol Profesional. Ahora lo importante es la salud de los afectados y el seguimiento y rastreo de sus contactos; no es momento de protagonismos políticos que no nos corresponden. Fuenlabrada merece más respeto!”