Desde el comienzo de la cumbre europea para definir las ayudas económicas a las países miembros de UE, para paliar los efectos del Covid-19, se han hecho patentes las tensiones entre norte y sur. Pese al esfuerzo del presidente español, Pedro Sánchez, y al optimismo del presidente francés, Emmanuel Macron, quien ve posible el pacto aunque "no será a costa de la ambición europea", la canciller alemana Angela Merkel se ha mostrado preocupada e incluso ha señalado que el acuerdo por los fondos de recuperación podría no llegar a buen puerto ya que "todavía hay muchas diferencias" marcadas por Holanda, Suecia, o Dinamarca, los llamados países frugales. La cuestión es cúanto dinero habrá de créditos y cúanto de subvenciones y fondos no reembolsables. También está de por medio el posible control de la UE a los gobiernos pidiendo medidas de austeridad, algo para lo que el PP español ha trabajado profundamente de forma desleal a España.
"No puedo decir si encontraremos una solución. Hay mucha buena voluntad pero también hay muchas posiciones diferentes. Haré mi parte, pero también es posible que no haya hoy un resultado", con estas palabras ha profesado la canciller alemana su escepticismo antes de afrontar la tercera sesión de negociaciones.
Merkel ha adelantado que esta jornada es "seguramente la definitiva", pero ha confesado que hay todavía muchas cuestiones que "debemos trabajar", entre otras la cuantía del fondo de reconstrucción o los requisitos que se tendrán que sortear para acceder a estas ayudas.
El presidente Pedro Sánchez, que rechaza el veto de Holanda y las condiciones de los países frugales, (Austria, Suecia, Dinamarca, Finlandia) apoyados de forma increible y desleal por el PP, español - se ha erigido en líder de los países del Sur, los más castigados por la pandemia, y que solicitan una posición europea, valiente y solidaria, basada en la generosidad para que podamos "superar juntos una pandemia que no solo atañe a un país u otro, si no a toda Europa".
No obstante, parece que gana posiciones la postura del norte de reducir en 50.000 euros las subvenciones. En total se está hablando de 750.000 euros, más o menos la mitad en fondos y subvenciones y el resto en créditos blandos.
Pendiente de confirmación, la última propuesta que ha salido a la luz fija en un total de 750.000 millones el monto total, con 300.000 en créditos y otros 450.000 millones en transferencias a fondo perdido.
Por su parte, Macron señala que "hay que encontrar buenos compromisos en las próximas horas, creo que aún es posible pero esos compromisos, y lo digo claramente, no se harán a costa de la ambición europea".
"La voluntad de acuerdo no nos hará renunciar a la ambición legítima que debemos tener, y veremos en las próximas horas si ambas cosas son compatibles", ha zanjado.
Dos posiciones diferenciadas
Por un lado, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia reclaman recortes frente a otros países del sur como España, Italia, Portugal o Grecia, aunque con el apoyo de Merkel o el presidente francés.
Y es que el holandés Mark Rutte no ceja en su empeño de exigir un mayor control de las ayudas del fondo de recuperación para que su Gobierno pueda tener garantías. Por ello, ha pedido ya públicamente que España e Italia mejoren su legislación laboral y su sistema de pensiones.