El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco, ha hablado este lunes sobre las acusaciones vertidas sobre su persona y la causa, ya archivada por la juez, del 8-M. El dirigente socialista se ha mostrado muy critico, sobre todo con el informe de la Guardia Civil, que ha tildado de "chapucero" e "impropio" de la Benemérita, ya que contenía "manipulaciones" e informaciones "sesgadas".
En cuanto al sobreseimiento provisional de la causa abierta por la manifestación del 8 de marzo, el delegado del Gobierno en Madrid se ha mostrado "muy satisfecho" en una entrevista en la SER este mismo lunes.
La denuncia no tenía ningún recorrido jurídico
"Siempre es incómodo estar en esta situación", ha reconocido, apuntando que "lo he pasado francamente mal". Pese a esto, ha afirmado que "reconocidos y prestigiosos" penalistas le habían advertido que la denuncia "no tenía ningún recorrido jurídico".
"La verdad se ha impuesto"
Acerca del informe de la Guardia Civil, ha criticado que "tenía y tiene" un gran respeto por el cuerpo pero, "dicho vulgarmente", se le han caído "los palos del sombrajo". "Dejaba mucho que desear, era un informe chapucero impropio de la Guardia Civil. Me ha decepcionado un poco pero se ha impuesto la verdad".
Franco sostiene que el documento contenía "manipulaciones, medias verdades e interpretaciones sesgadas", y ha revelado que mantuvo una reunión con el coronel Diego Pérez de los Cobos, quien quiso despedirse tras su cese.
"No me pareció elegante entrar en los detalles del informe", ha mantenido en otra entrevista en Onda Cero, donde ha asegurado que fue una "despedida protocolaria" y que Pérez de los Cobos se encontraba "dolido" por la situación.
"En todo colectivo hay personas que no hacen con la misma brillantez su trabajo"
Por otro lado, el dirigente socialista se ha mostrado rotundo a la hora de afirmar que, de haber conocido la "mínima insinuación" de que había peligro en la concentración, la hubiera prohibido.
Por último, ha mostrado su sorpresa por el hecho de que la investigación únicamente se haya desarrollado en Madrid, cuando las marchas por el Día Internacional de la Mujer se llevaron a cabo en toda España. De hecho, el Gobierno cifra en más de 600.000 personas los asistentes a estas concentraciones en todo el país, mientras que en Madridi apenas rebasaron las 100.000: "Algo de política había en todo esto", ha concluido.