Esta misma mañana, la japonesa automovilística Nissan ha informado al Ministerio de Industria el cierre de su planta en Barcelona, lo que acarrearía la pérdida de 3.200 empleos directos y otros 25.000 proveedores indirectos. A pesar de la oferta de inversión de 300 millones del gobierno central, la dirección de la empresa de automoción, ha tomado la drástica medida. Sindicatos y ministerio de Industria, itentan buscar una solución intermedia. Ante esta decisión, 200 empleados de la planta se han manifestado ante sus puertas con el fin de impedirlo.
El 4 mayo, los empleados de la planta Nissan de Barcelona iniciaron una huelga indefinida ante la incertidumbre de su futuro en la fábrica. Debido al confinamiento, la fábrica ha sufrido grandes pérdidas de carga de trabajo y por lo visto la reapertura de la planta se ha hecho únicamente para finalizar un “pick up” de Mercedes clase X.
El Ministerio de Industria ante la decisión tomada por Nissan, ha analizado la situación para evitar que se produzca el cierre de la planta y con ello la pérdida de empleo. Con el fin de solventarlo ha creado un grupo de trabajo para garantizar su continuidad.
Tras su estudio, han afirmado que la propuesta que hizo la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto de invertir 300 millones en el lanzamiento de un nuevo coche eléctrico, puede evitar el cierre de la planta.
En su página oficial, Nissan ha informado que ante esta situación, mantendrán el resto de operaciones a través de su red de concesionarios del mercado español, garantizando un servicio óptimo a sus clientes.
Asimismo, Makoto Uchida, presidente y CEO de Nissan ha informado que “Nissan está tomando medidas para asegurar un futuro sólido para la compañía, en Europa y en todo el mundo. Europa sigue siendo una región importante para Nissan y es por eso que estamos proponiendo pasos para mejorar nuestra rentabilidad en este mercado altamente competitivo”.
En cuanto a la dura decisión que han tomado, Makoto Uchida ha explicado que “la propuesta del cierre de la planta de Barcelona es el resultado de un extenso estudio para mitigar el exceso de capacidad de producción y mejorar la competitividad general. Esta no es una decisión que estamos tomando a la ligera, sino que es para asegurar el futuro más sólido posible para la marca”.
Gianluca de Ficchy, presidente de Nissan Europa, ha comunicado que la decisión tomada no ha sido nada fácil, y propone debatir con total transparencia la situación escuchando las propuestas de todo el equipo que forma parte de la factoría.
El plan que prevé llevar a cabo Makoto Uchida a medio plazo, está basado en la reducción de empleo de hasta 20.000 empleados a nivel mundial, así como reducir al 20% su capacidad mundial y recortar en 2.600 millones de euros sus costes anuales. Durante la rueda de prensa, han informado que las plantas ubicadas en Ávila y en Corrales de la Buelna en Cantabria, no se verán afectadas ante esta decisión, ya que son factorías que fabrican piezas para Renault.
A finales de año, Nissan comenzó a tener pérdidas, propuso un ERE con 600 prejubilados y de este modo la planta trabajó por debajo del 30% de su capacidad. Durante el día de ayer, se decidió la alianza definitiva entre Nissan, Renault y Mitsubishi, en el que Nissan perderá su lugar y lo encabezará Renault.
El Gobierno Central y la Generalitat de Cataluña han informado al presidente de Nissan que el cierre de la planta supondrá un coste de 1.000 millones de euros frente a una reinversión de 300 millones, esto supone que el cierre de la fábrica será más costoso que reinvertir en ella.
Durante la rueda de prensa de esta mañana, el Ministerio de Industria, ha emitido un comunicado que informa de lo siguiente: “La planta de Barcelona tiene carácter estratégico, ya que abandonar Barcelona y España es abandonar la Unión Europea, con el consiguiente coste reputacional en un mercado de más de 500 millones de habitantes”.
La situación que estamos viviendo por le COVID-19 ha acrecentado las dificultades en el sector de la automoción y con ello un gran número empresas proveedoras se están viendo afectadas. Desde CC.OO están luchando por evitar que un gran número de empleados pierdan su puesto de trabajo. Por su parte diputados de la Generalitat, entre ellos, Vidal Aragonés, de la CUP en el Parlament de Catalunya y la propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, piden al presidente de Nissan que se replantee su decisión buscando una solución intermedia y más eficaz para solventar la crisis.