Este miércoles, el Congreso de los Diputados ha vivido una nueva sesión de control al Gobierno en la que se ha podido vislumbrar, una vez más, la cada vez mayor deriva de confrontación del principal líder de la Oposición, Pablo Casado. El dirigente conservador ha anunciado con una semana de antelación que votará ‘no’ a extender el Estado de Alarma, una medida legislativa fundamental para terminar la fase de desescalada con seguridad sanitaria. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue inalterable en su posición desde el inicio de esta gravísima crisis sanitaria y económica de carácter mundial y continúa ofreciendo unidad, acuerdos y lealtad a todas las fuerzas políticas ya que considera que esta actitud ayudaría a “salvar vidas y también empresas y puestos de trabajo”.
Hace ya muchas semanas que el presidente del Gobierno pidió a todos sus adversarios políticos una ‘desescalada’ de la tensión política y un espíritu de unidad, acuerdo y lealtad para que España afronte con garantías la crisis sanitaria y económica del coronavirus. Sin embargo, enfrente siempre ha tenido una derecha cada vez más radicalizada. Tanto el Partido Popular como Vox disputan cada semana una curiosa batalla por ver quién tiene la posición más dura frente al Ejecutivo socialista.
Los de Santiago Abascal llevan tiempo votando en contra del Estado de Alarma, una medida extraordinaria perfectamente reglada en la Constitución que se ha demostrado eficaz para limitar la movilidad de los ciudadanos y, con ello, el freno de la pandemia. El PP, desde el primer momento, jugó un doble juego consistente en lanzar duros reproches al Gobierno, pero después votar junto a ellos, reconociendo que ahora lo que toca es lo que está haciendo el mando centralizado del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Pero ahora, llevado por intereses electorales, el PP ha decidido anunciar ya que la semana próxima votará junto a sus socios de Vox y denegará al Gobierno el apoyo para extender el Estado de Alarma.
Pero el presidente del Gobierno no pierde la esperanza de poder contar con la mayor parte de las fuerzas parlamentarias para la ‘reconstrucción’ económica del país, tras el azote de la pandemia y prosigue en su posición de hace meses: la de tender la mano a todos para que entre todos salgamos más fortalecidos de la difícil situación que nos ha tocado vivir.
Hoy en la sesión de control al Gobierno se ha vislumbrado a la perfección este panorama político.
secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aseguró que “si algo se ha demostrado con esta crisis del Covid, es que el camino para levantar esa recuperación económica” –tras la fuerte caída en la actividad provocada por la lucha contra la pandemia- “es el de la unidad. La unidad salva vidas y también empresas y puestos de trabajo”, subrayó.
En la sesión de control, Sánchez ha señalado que “un buen ejemplo” de esa unidad ha sido el acuerdo alcanzado por Gobierno y agentes sociales para extender los ERTE hasta el 30 de junio y ha vuelto a apelar a ella de cara al inicio de los trabajos en la Comisión parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica, donde todos los grupos “están llamados a fraguar esa unidad”.
En respuesta a las acusaciones que le ha lanzado el líder del PP, el jefe del Ejecutivo recordó que “el gobierno se ha propuesto no entrar en esta suerte de dialéctica” para desmontar “sus argumentarios de cartón piedra” que serían “fácilmente rebatibles”, “porque entendemos que el enemigo común ante el que tenemos que actuar es el Covid” y porque “creo que los españoles no quieren eso, ni del grupo de la oposición ni tampoco del Gobierno de España”.
Ha afirmado que esta crisis tiene sus “singularidades”, pues -a diferencia de la anterior crisis económica de 2008- las restricciones sanitarias están afectando a sectores muy competitivos y generadores de empleo, pero muy expuestos como es el sector turístico. “Y ahí está la lógica de lo que estamos haciendo durante estas semanas: estamos sosteniendo a través de las líneas ICO y de las prestaciones” para autónomos, empresas y trabajadores por cuenta ajena. “Ese es el camino, el de la unidad. Que entre todos forjemos esa unidad no solamente para salvar vidas en el frente sanitario, sino también para salvar empresas y puestos de trabajo”, ha reiterado.
“Creo que este Congreso tienen una tarea muy importante a partir de esta semana con esa Comisión parlamentaria por la Reconstrucción Social y Económica, y le pido señor Casado que abandone la confrontación y que se sume y arrime el hombro”.
Estado de alarma
En su respuesta a otra pregunta del portavoz del PNV, el presidente del Gobierno ha explicado que las decisiones que toma la autoridad sanitaria para permitir avanzar a las comunidades autónomas en la desescalada “se hace en base a criterios estrictamente técnico y para nada políticos” y le ha recordado que la utilización de términos como el de ‘nueva normalidad’ tiene por objeto trasladar a la ciudadanía que "no podemos relajar los niveles de protección, restricción o distanciamiento social” necesarios para evitar la propagación del virus.
Pedro Sánchez ha vuelto a defender la necesidad del estado de alarma, que “no es ningún proyecto político, pero que es preciso para “culminar esta etapa” de desescalada o transición hacia una nueva normalidad y, “a partir de ahí, se tiene que abrir un proceso de diálogo en esta Cámara para ver cómo podemos reforzar esos mecanismos de coordinación entre los distintos niveles de la administración para que, efectivamente, los rebrotes –si se dan- sean lo menor posible”.