El secretario general del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, ha citado este lunes en el Palacio de La Moncloa a Pablo Casado, líder de la oposición y presidente del Partido Popular. La noticia del encuentro ha sido adelantada por Antena 3 y después confirmada por fuentes populares. Se trata del tercer encuentro que mantienen ambos mandatarios desde las elecciones del 28 de abril y se produce de forma secreta justo cuando los socialistas tratan de conformar un Gobierno de cooperación con su socio preferente Unidas Podemos.

El encuentro no había sido anunciado con anterioridad ni se hizo público por lo que ha sido una reunión lejos de las cámaras y del ruido mediático. Sin embargo poco a tardado en transcender y habrá que ver como sienta en Unidas Podemos que se encuentran en plena negociación con el PSOE para tratar de firmar un acuerdo que estrene la Legislatura.

Desde el Partido Popular cuentan que fue el propio presidente el que citó a Casado y que, por deseo de Moncloa, no se avisó de la visita. Además, insisten que la hora y media que ha durado el encuentro ha servido para reafirmarse en su postura y trasladarle al líder socialista que el PP no se abstendrá en la sesión de investidura. De la misma forma, le han dicho al dirigente del PSOE lo que vienen diciendo en público: que les preocupa sobre manera la situación en Navarra, donde el PSN ha negociado un gobierno de coalición con Geroa Bai que debe recibir obligatoriamente los votos de Bildu.

El encuentro también ha servido para que el presidente informé a Pablo Casado del estado de las negociaciones en Europa para elegir a los principales caargos de la Unión Europea.

A pesar de la negativa del PP a facilitar la investidura de Sánchez a través de una abstención, ambos dirigentes quedaron en dejar abierto un canal de comunicación permanente debido a la situación en Cataluña que traerá en los próximos meses momentos de gran tensión, sobre todo con la sentencia del juicio del procès del Tribunal Supremo.

Esta reunión no deja de ser simbólica ya que se produce el mismo día que Ciudadanos afronta una crisis interna de la que no se acaba de conocer su verdadera dimensión. Albert Rivera tiene que hacer frente a aquellos que cuestionan su estrategia política y su alianza con el PP en algunos territorios donde han tenido que asumir los votos de la extrema derecha de Vox.

Por otro lado, los socialistas siguen con las negociaciones con Unidas Podemos que están en una cierta parálisis ya que el partido de Pablo Iglesias sigue presionando para que el PSOE y Pedro Sánchez les habrán un hueco en el Consejo de Ministros. Precisamente, Iglesias aspira nuevamente a convertirse no ya solo en ministro sino también en Vicepresidente del futuro Ejecutivo. Y eso es algo que el PSOE no acepta.

Los otros encuentros entre Pedro Sánchez y Pablo Casado se produjeron tras los comicios generales. El primero de ellos fue en Moncloa cuando el presidente en funciones citó a los líderes de los principales grupos políticos para conocer su posición política tras el resultado electoral. El segundo, se produjo semanas después en el Congreso de los Diputados, cuando Pedro Sánchez ya había recibido el encargo del Rey Felipe VI de someterse a la sesión de investidura y tratar de formar Gobierno.