El controvertido juicio por el borrado de los ordenadores del extesorero del PP, Luis Bárcenas, ha dado comienzo este viernes en el Juzgado de lo Penal número 3 de Madrid con las cuestiones previas de un caso que ha superado un lustro de espera.

La causa fue archivada en un primer momento, se reabrió poco después e incluso llegó a desaparecer el sumario, que tuvo que ser reconstruido finalmente gracias a la ayuda de las acusaciones particulares: Izquierda Unida, Justicia y Libertad, la Asociación de Abogados Demócratas por Europa y el Observatori Drets Humans.

Un controvertido proceso que se ha alargado en el tiempo y que los populares temían que empañase los procesos electorales de este convulso 2019.

La sesión arrancaba a las 10:26h., con tres cuartos de hora de retraso, y con la acusación popular en solitario frente a la posición contraria de la Fiscalía de Madrid, que reclamaba la absolución al estimar que "no ha quedado acreditada qué información contenían los ordenadores" ni que fuera "relevante" para los hechos investigados.

El juez Eduardo Muñoz de Baena ha rechazado finalmente la petición de IU de que se facilite a los medios de comunicación señal institucional de televisión de la última sesión del juicio, la de exposición de conclusiones, reiterando así su negativa para evitar "una exposición pública desproporcionada" de los tres acusados junto al PP.

Los acusados son: la extesorera del partido, Carmen Navarro; el que fuera responsable de los servicios jurídicos Alberto Durán y José Manuel Moreno, director del sistema de informática.

Los tres están acusados de daños informáticos y encubrimiento, mientras que el PP, al ser persona jurídica, sólo está acusado del primer delito, y como se había previsto, ha pedido de nuevo archivar la causa en aplicación de la "doctrina Botín".

Bárcenas, condenado a 33 años por el caso Gürtel, finalmente declarará presencialmente como testigo el día 20, al igual que su cuñado y exjefe de seguridad del PP, Antonio de la Fuente, y la que fuera su secretaria, Estrella Domínguez. Cabe recordar que ese mismo día declarará también como testigo la ex secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, y es que fue la que reveló ante el juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, que los ordenadores que había usado Bárcenas seguían en la sede de la calle Génova. Sin embargo, cuando Ruz los pidió para cotejar sus archivos con los que había aportado el extesorero en una memoria USB, estaban vacíos.