Entre la debilitada democracia occidental y los fallos electorales en este Siglo XXI, donde todo es mentira y nada es verdad, lo que extraña es que los españoles sigan siendo responsables y cada vez acudan mas en masa a cumplir con su derecho y deber, del voto. Asistimos, en España, en Europa y en América a una derechización de la política. Todo es codicia, acumulación, riqueza y poder, al precio que sea. En definitiva, la Ley del más fuerte que definió a los fascismos de antes de las dos guerras mundiales y que hoy define los comportamientos de la extrema derecha y también de las derechas radicalizadas. Un retroceso histórico que asusta. Y en medio de todo esto, una certeza: en España renace la socialdemocracia y el presidente español, Pedro Sánchez, liderará el muro de contención frente al avance ultra y la recuperación de la vieja Europa.
Estrenaron el siglo de las sombras y el todo vale, Trump, Bolsonaro, Le Pen, Salvini, Orban, y una serie de dictadorzuelos emulados ahora en España por el pequeño y disparatado Casado y su maestro, el zorro Abascal. Entre ellos, el rasputín aprendiz de brujo, Rivera, que no termina definirse salvo por los nervios y la impaciencia. Un poco de temple señor Rivera. Macrón, Sánchez, Timmerman, le invitan a usted y su partido, al club de la alianza, socialdemócrata y liberal que, cuando se constituya el Parlamento Europeo, será quien regirá los designios de los países miembros. No nos gusta Ciudadanos, pero los españoles han hablado y la realidad es esta. El pacto con Cs dejaría de un solo golpe fuera de juego a PP y VOX. No se si Rivera es capaz de verlo, pero los suyos si lo ven. Desde luego Valls y sus socios europeos lo ven con mucha claridad.
Su partido tiene una gran oportunidad y ya la plana mayor de sus dirigentes, Garicano, Valls, incluso a Arrimadas, Villacís, Girauta, Villegas, están presionando para que Ciudadanos estrene su etiqueta de liberal, y evitar que usted -por su particular batalla con Sánchez- les lleve a la vergüenza de ser el “aliado que metió a la extrema derecha en las instituciones de España”. Ciudadanos tiene posibilidades en Madrid capital, Castilla y León, Navarra, Cantabria, y en general en muchas capitales importantes de España. No las desaproveche. No se convierta en "subalterno del PP", el partido al que pretende sobrepasar, como le aconseja el ministro Ábalos. Tiene posibilidades por el crecimiento de Cs y el hundimiento del propio PP en toda España. En términos de elecciones generales, los Populares han perdido tres millones de votos desde las ultimas elecciones nacionales y siete desde 2011. Su partido ha ganado más de tres millones desde 2011 y más de un millón desde 2015. No arroje esta tendencia por la borda, señor Rivera. Pero también tenga en cuenta que su resultado municipal ha dejado mucho que desear, ya que Cs todavía no cuenta con la implantación territorial necesaria, al ser un partido que solo tiene cinco años de vida nacional y una falta notoria de cuadros regionales y municipales para poderse presentar. Así que, señor Rivera, sea consciente de sus limitaciones no vaya a pasarle lo que a Iglesias, su colega de la "regeneración democrática". Europa observa a España y usted también está en el punto de mira.
Times, The Guardian, Liberatión , New York Times y en general la prensa internacional señalan a España y al joven líder socialista, Pedro Sánchez, como el protagonista que construirá el muro de resistencia de la vieja Europa ante el avance de la extrema derecha. No se si las nuevas generaciones, de Podemos y sus confluencias, se han dado cuenta de lo que esto significa, o si todavía siguen jugando a Juego de Tronos. Las urnas, al final, ponen a cada uno en su sitio. Si Casado ha hundido al Partido Popular hasta dejarlo en estado ruinoso, por mucho que brinque en el balcón de Génova, y siga sonriendo de forma mecánica, Pablo Iglesias ha hecho lo propio con Unidas Podemos, por mucho que siga con el ceño fruncido de justiciero por la izquierda. Aunque quiera machaconamente hacer valer, de forma irreal, sus resultados electorales y soñar con el coche oficial que le lleve gratis a su chalet de Galapagar. Justo todo lo contrario que juró y perjuró a sus votantes en 2014 y después en 2015. También las incoherencias y bravuconadas se pagan en las urnas.
Despierte usted también, señor Iglesias. Su soberbia, su arrogancia, su autoritarismo estilo leninista, han fracasado. Tuvo un tesoro en sus manos. Quiso asaltar los cielos, pero subestimó la fuerza de los partidos que tienen tradición, y más de un centenar de años de existencia y experiencia. Quiso imitar el Kirchnerismo pero España no es Argentina, ni usted Cristina Kirchner. Engañó, si, digo bien, engañó, a tanta gente joven y muchos progres desencantados a quienes su música sonaba de maravilla, ante tanta corrupción de partidos ya gastados, pero no midió en absoluto, ni sus fuerzas ni sobre todo las de sus adversarios. Fue un golpe de suerte, una especie de Hamelin con la flauta mágica, que llevó tras de si, -gracias a la invaluable ayuda de La Sexta y sus miles de horas de matraca podemista- a cinco millones de almas confiadas, cuyo tesoro usted mismo malbarató creyendo que era posible, pasar de un humilde despacho de profesor universitario a presidente del Gobierno. Menospreció, y mucho, la inteligencia colectiva de los españoles. Quiso que los resultados electorales se adaptaran a sus pretensiones, en lugar de al contrario, y obligó al Estado español a hacer lo que antes nunca había sucedido: no respetar los resultados y repetir unas elecciones. Un despropósito inmenso que usted está pagando ahora con el desmoronamiento de ese castillo de naipes que construyó en torno a su liderazgo desmesurado y aplastando a su círculo más estrecho. Ahora es momento de bajar los humos. Demuestre que algo ha aprendido.
Este siglo y sus redes de comunicación nos mediatiza tanto a todos, nos dibuja quimeras y realidades paralelas, que como decimos al principio de esta reflexión, nada es verdad y todo es mentira. Pero al final los hechos son tozudos. En España tenemos una profunda herida abierta: el independentismo catalán. Por ella, y a través de ella, se han querido ganar elecciones, mintiendo, ofendiendo, crispando, utilizando el coro de unos medios de comunicación que se han entregado vergonzosamente a difundir las mentiras más impunes y flagrantes. Pero ni aún así. Ahora los españoles han hablado pero el principal problema sigue ahí, vivo envenenando la convivencia.
Y es el presunto desmembramiento de una de las regiones más importantes de España, Cataluña, la prioridad para el nuevo Gobierno. Mientras los independentistas (ERC, PdCat, CUP) siguan queriendo utilizar la sierra de la amputación, y los partidos conservadores, liberales y ultras, (PP,Cs; Vox) quieran seguir aplicando “mano dura e intolerancia”, España seguirá sangrando por esta herida que ha desestabilizado la convivencia en la sociedad catalana. Deberíamos haber aprendido la lección porque antes tuvimos el derramamiento de sangre a cuenta de ETA. El escenario era parecido aunque salvando distancias. Negociación, inteligencia y ofrecimiento de una salida digna y generosa para sus políticos, los huidos, los no huidos y los encarcelados, en la medida de lo posible y siempre respetando los cauces que marca la ley y la Constitución, es la única solucción.
Los españoles han llenado las urnas y han hablado. Es hora de pactos y como aconseja el ministro Jose Luis Ábalos, que "Rivera se replantee sus estrategias como nos las hemos replanteado todos" y no seguir con las luces cortas de amaños y rencores con estúpidos cordones sanitarios y vetos.