Hasta diecinueve veces los partidos de la derecha, obstaculizaron que el Gobierno de Pedro Sánchez pudiera llevar a cabo la implementación de la Ley de Eutanasia para facilitar una muerte digna a enfermos en fase terminal. El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este jueves en una entrevista de Pedro Piqueras en Telecinco, se mostró emocionado e indignado -dijo- al visionar las imágenes de los últimos momentos en los que Ángel, en un acto de amor y valentía, administra el sedante a su esposa María Jose Carrasco, postrada en una cama sin poder apenas articular palabra y no mover un sólo músculo de su cuerpo.
Un día antes, el miércoles 3 de abril, Ángel Hernández grabó el video en el que habla con su esposa y le pregunta si lo que quiere es ya descansar. Ella constata que así es y le pide que acabe ya de una vez con ese suplicio casi por caridad. Y con una claridad y coherencia pasmosa. “Es evidente que el deseo de Maria Jose a fin de que se cumpla necesita que se le ayude, por su incapacidad a realizarlo por ella misma, y como es una constante en ella demandar este auxilio, no habrá más remedio que proporcionarle esa ayuda para que su deseo se cumple”, escribió Ángel en una carta hecha pública por la Asociación Derecho a Morir Dignamente.
Tras conocerse la noticia, en un primer momento la policía detuvo al marido y lo llevo tomar declaración en comisaría. El fiscal, no obstante, decidió no pedir ninguna medida cautelar para el detenido por lo que el juez lo dejó en libertad, el mismo jueves por la noche. A la salida de la declarión, el marido dijo que “tenía que hacerlo” y que además pedía a los negacionistas que ”tomaran conciencia de la necesidad de que se aprobara una ley de Eutanasia para una muerte digna”.
En la carta que publicó la Asociación Muerte Digna, Ángel explicaba los motivos que llevaron al matrimonio a tomar esta decisión y pide que la sociedad tome conciencia del “dolor de todos aquellos que como Maria José y su familia sufren por la actitud de quienes se empeñan en negar este derecho”.
La referencia del derecho a la Muerte Digna, en Europa, sigue estando en Holanda que fue el primer país del mundo que legalizó la eutanasia (2002). Tras él fue legal en Bélgica, Luxemburgo (2009) y actualmente está permitido en Suiza, Canadá, Colombia y cinco estados de los Estados Unidos. Desde su aprobación, en Bélgica por ejemplo, se le ha aplicado a unas 15.000 personas, el coste es de 25 euros y lo administra la seguridad social. En Holanda, que sigue siendo pionero, la ley ampara no solo a enfermos terminales, sino también a mayores de edad avanzada que así lo solicitan.