La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha entregado el Proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado a la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor. Las Cuentas Públicas del Ejecutivo socialista liderado por Pedro Sánchez suponen un importante impulso a las políticas sociales con incrementos presupuestarios en pensiones, dependencia, vivienda o infraestructuras. El principal objetivo de estos presupuestos es revertir los recortes de los gobiernos del PP. Y a ello se va dirigir la mayor parte de los 345.358 millones de euros que el Gobierno prevé gastar este año.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda del Gobierno de Pedro Sánchez ha llegado a las 10 de la mañana junto a sus secretarias de Estado para entregar a la presidenta del Congreso Ana Pastor y al presidente de la Comisión de Presupuestos, Francisco de la Torre, el proyecto de ley de las Cuentas Públicas para 2019. Estos presupuestos llegan con tres meses de retraso por la inestabilidad política ya que deberían haber sido presentados en septiembre de 2018. Aun así, se presentan algunos meses antes de los que hizo el anterior Gobierno de Mariano Rajoy que presentó su propuesta de presupuestos a mediados de 2018, que son justo las cuentas que siguen en vigor al prorrogarlas el gobierno socialista.
Para la ministra Montero, este Proyecto de Presupuestos “marca un punto de inflexión” ya que buscan hacer compatible la consolidación fiscal con el incremento del gasto público y la redistribución de la riqueza “poniendo las bases de un modelo de crecimiento más inclusivo, inteligente y sostenible”.
De hecho, los presupuestos suponen el mayor crecimiento del gasto público desde el 2010, cuando el también gobierno socialista encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero puso en marcha el conocido Plan E, un millonario plan de inversiones que, conviene recordarlo, venía auspiciado y avalado por el G20 con el objetivo de relanzar la economía. Lo que sucedió después, la mayor crisis económica de la historia, nadie lo supo prever. Ahora, diez años después, se espera que este impulso presupuestario sirva para revertir todos los recortes que trajo la crisis y también la recuperación de unos derechos que los gobiernos del Partido Popular decidieron recortar.
Los Presupuestos recogen el mayor gasto destinado a pensiones, dependencia, becas para el estudio o lucha contra la violencia de género y la pobreza infantil. Esto se traduce en que el gasto social supone el 57% de los Presupuestos. Montero ha señalado que el aumento de las políticas sociales “no debe verse únicamente como una política de gasto”, sino que debe entenderse el papel estratégico que desempeña para asegurar la “eficiencia económica por el retorno en forma de desarrollo social y mejora de la productividad”.
Las cuentas de 2019 también incorporan medidas orientadas a incentivar el crecimiento y el empleo. Se refuerzan partidas de gasto de vital importancia para impulsar la competitividad y el potencial de crecimiento de nuestra economía, como son la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+i), las infraestructuras o el capital humano.
Los Presupuestos de 2019 combinan la recuperación de derechos sociales con la sostenibilidad de las cuentas públicas y la consolidación fiscal comprometida con la Comisión Europea. Para ello, las cuentas públicas adecúan los gastos a las previsiones macroeconómicas para continuar con la reducción del déficit público y garantizar el crecimiento de la economía teniendo en cuenta el contexto internacional.
El total del gasto público se eleva a los 345.358 millones de euros, lo que supone un 5.3% más que lo previsto en el presupuesto de 2018. Entre las grandes cifras destacan el gasto en pensiones, que se sitúan en los 153.000 millones de euros, es decir, casi la mitad de lo presupuestado. Otra partida importante es el pago de la nómina de los empleados públicos que se eleva hasta los 23.372 millones; Pero esta partida es menor que la que tendremos que dedicar al pago de la deuda que este año se estima que se llevará 31.449 millones de euros del total de las cuentas públicas.
A estas partidas se le suman las transferencias a las Comunidades Autónomas que se cifra en los 261.900 millones de euros.
En cuanto a los ingresos, el Gobierno prevé que recaudará la cifra récord de 227.256 millones de euros, un 9.5% más que el año pasado. Esta recaudación sube respecto al 2018 en 20.000 millones de euros. Y proviene de la subida de ingresos gracias a la mejoría de la economía, y también a la implantación de nuevos impuestos para las rentas más altas y para las grandes empresas. El Gobierno ha decidido subir el IRPF para aquellos que ganen más de 140.000 euros al año (el 0,5% de los contribuyentes). En cuanto al impuesto de sociedades, se eliminarán las bonificaciones a aquellas empresas que facturan más de 20 millones de euros al año (el 0,7% del total) para situar el tipo real de este impuesto en el 15%.
Se van a crear otros tributos, los conocidos como tasa Google y Tasa Tobin que gravan algunas actividades digitales y también la compraventa de acciones de compañías grandes.
GRANDES CIFRAS DE LOS PRESUPUESTOS
- Gasto: 345.358 millones de euros
- Ingresos: 227.256 millones de euros
- Transferencias a las CCAA: 261.900 millones de euros
- Pensiones: 153.000 millones de euros
- Sueldo de los funcionarios: 23.723 millones
- Pago de la deuda: 31.449
- Dependencia: 2.231 millones de euros
- Plan lucha contra la violencia de género: 220 millones de euros
- Becas: 1.620 millones de euros.
- Plan Empleo Joven: 670 millones de euros.
- Protección parados: 18.402 millones de euros
- Presupuestos I+D+i: 6.729 millones de euros
- Infraestructuras: 7.572 millones de euros