Vox ha amenazado con no dar sus votos a la coalición de derechas si no se eliminan, entre otras medidas, aquellas que impulsen el desarrollo de la ley de violencia de género.
El acuerdo programático de gobierno compuesto por
noventa medidas que han elaborado el
Partido Popular y Ciudadanos para conseguir llegar a la
Junta de Andalucía ha encontrado un obstáculo inesperado. La ultraderecha andaluza representada en
Vox ha puesto encima de la mesa una de sus líneas rojas para apoyar al futuro nuevo gobierno conservador: La violencia de género. En unas declaraciones incendiarias, tanto
Santiago Abascal como Francisco Serrano avisaban a sus "compañeros de viaje" que no apoyarán ningún ejecutivo que destine esfuerzos y dinero a desarrollar las leyes de protección de las mujeres contra la violencia machista.
Desde Partido Popular y Ciudadanos, descubren así que con quien quieren compartir legislatura no es una formación política cualquiera. Se trata de un
partido ultraderechista, xenófobo, racista, misógino y antieuropeo. No solo no apoya las leyes y las medidas para combatir la lacra de la violencia de género, sino que niegan esa realidad y afirman que es un problema que no existe. Que la "ideología de género", como se refieren al movimiento feminista, es una mentira que distorsiona la realidad. Además, mantienen en su ideario aberraciones tan absurdas como que gobierno, jueces, observatorios... tapan deliberadamente los casos de violencia contra los hombres que, dicen, también son un grave problema. Otro de sus argumentos estrella es que hay numerosas denuncias falsas de mujeres que envían a prisión a hombres inocentes, aún sabiendo que las cifras oficiales tasan estos casos en menos del 0,01%.
Pero no parece que esta sea la
única línea roja del partido liderado por Abascal. Probablemente, en los próximos días veremos como advierten a
PP y Ciudadanos que de su programa pactado deben quitar los puntos en los que abogan por la defensa del Estado Autonómico ya que para Vox su Estado ideal es uno centralista, justo lo contrario a lo que desarrolla la Constitución española. Y también querrán que PP y Ciudadanos renieguen de su europeísmo.
Ahora,
Juanma Moreno y Juan Marín saben el precio que deberán pagar si quieren entra juntos al
Palacio de San Telmo. Aunque aún no terminan de creérselo y cuentan con que lo ocurrido en estos primeros días de 2019 sea solo un pariré de Vox para ganar cuota de pantalla en los telediarios. De no ser así, el "gobierno del cambio" de la derecha andaluza podría empezar a tambalearse y dejar a más de uno con la miel en los labios.
Empiezan el año exigiendo a
PP y Ciudadanos que de los 90 puntos programáticos que presentaron a finales de año tienen que eliminar aquellos que prevean el desarrollo de la ley de prevención y protección integral contra la violencia de género. El líder nacional de Vox, Santiago Abascal, ha afirmado que "PP y Ciudadanos se han comprometido a implementar "con dotación presupuestaria suficiente" las medidas pactadas por la ideología de género y las asociaciones polemizas radicales. Vox no les dará su apoyo si no eliminan, entre otros, este punto de su acuerdo".
Así lo ha manifestado también Francisco Serrano, líder de la formación en Andalucía. Para el juez, "
esos pactos que los suscriban con PSOE y PODEMOS.En política social todos siguen, con sumisión lanar, los mandamientos de la dictadura de género. Dónde el cambio? Vox no aceptará los acuerdos firmados por PP y C"s para impulsar leyes de género en Andalucía".