En unas declaraciones a la radio, a dos días de ganar y perder las elecciones en Andalucía, reconoce que hacerse con la victoria así "es triste". Un triunfo agridulce, ya que se teme que el bloque de derechas se aliará con la extrema derecha y conseguirá el objetivo de sacarla de la presidencia de la Junta a cualquier precio.
Susana parece tener esos mimbres de resistencia socialista que también se observan en el máximo dirigente del PSOE, y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. No se rinden fácilmente. Este mismo martes ha asegurado que no dimitirá porque ha ganado las elecciones: "Si hubiera perdido, me hubiera ido a mi casa ya", por lo que seguirá al frente del PSOE andaluz "por responsabilidad con más de un millón de andaluces que nos han votado".
La presidenta en funciones de la Junta intentará formar gobierno, como asegura que es su deber, ya que no sólo es la ganadora sino que además saca una diferencia de siete escaños por arriba al segundo, el PP, que ha obtenido los peores resultados de su historia en Andalucía. Por ello, ha anunciado que hablará con todas las fuerzas políticas "menos con quienes no reconocen nuestra autonomía", y además son anticonstitucionalistas, en clara alusión a Vox.
"¿Por qué los andaluces que votan a la izquierda se han quedado en casa?"
Esta es la pregunta que se ha hecho a sí misma Díaz, que hace autocrítica tras las palabras del secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, este mismo lunes: "Se regenera aquello que está degenerado. Y yo lidero un partido decente, honesto y trabajador".
Considera así que "lo de Ábalos se ha sacado de contexto", amparándose en que el propio Sánchez le ha mostrado su apoyo en una conversación privada tras la noche electoral: "Pedro ha sido cariñoso diciendo que ahí lo tenía para lo que hiciera falta".
Díaz ha reconocido que algo ha fallado para que un porcentaje de un 7% de sus votantes se hayan quedado en casa, quizá por el desgaste de tantas legislaturas de gobierno o por desencanto. En cualquier caso, ha asegurado en la SER que solo se presentará si consigue los apoyos suficientes: "No voy a ir a una investidura para ocupar ese día exclusivamente el espacio mediático".
"Me equivoqué en la campaña por estar centrada en Andalucía"
Pese a mostrarse en sintonía con la dirección nacional del partido, la candidata socialista a la presidencia de la Junta cree que "estaba equivocada al no querer hablar de Cataluña, porque la derecha sabía muy bien lo que se hacía" al poner esta cuestión siempre en el debate.
"Durante la campaña les decía que se equivocaban hablando de Cataluña, y que había que hablar de Andalucía"; tanto es así que "Rivera cerraba la campaña pidiendo el voto contra los independentistas en Andalucía", pero al final los datos electorales evidencian que "me equivoqué".
"No me voy a meter en el Gobierno de España, bastante tengo con evitar que la extrema derecha llegue al Parlamento andaluz", ha advertido, aunque también se ha lamentado de los tiempos vertiginosos en los que vivimos, ya que "la recuperación de la agenda social no ha ido a la velocidad que los ciudadanos demandaban", aunque también piensa que, si solo hubiera sido esto, "los ciudadanos se habrían ido a otros partidos de izquierdas" y no es el caso, ya que Adelante Andalucía ha bajado en las urnas también.