La entonces secretaria general del PP, Dolores de Cospedad, se reunió encon el ex comisario Jose Manuel Villarejo en 2009, justo cuando empezaban a trascender públicamente los primeros escándalos populares en la conocida como operación Gürtel. En esta conversación, que se gestó de forma secreta en la planta noble de Génova,13, se escucha cómo el marido de Cospedal pide al excomisario que haga "algún trabajillo especial", sobre las investigaciones que se estaban llevando a cabo en el sumario de la Gürtel, lo que éste acepta no sin antes preguntar si le pagarían y obtener respuesta afirmativa por parte de la líder del PP y posterior Ministra de Defensa en el gobierno de Mariano Rajoy.

En aquellla conversación, Cospedal afirma tener la certeza de que a Luís Bárcenas, entonces tesorero del Partido Popular, lo van a imputar al menos por delito fiscal y que conoce la información por el exdirector de la Policía Nacional, Juan Cotino. Tambien comenta a su interlocutor, tener constancia de que Bárcenas "se ha llevado menos documentación de la que dice". Después de decir López del Hierro que Álvaro Pérez, "el Bigotes", vendía cocaína en Madrid, Villarejo afirma a la pareja que controla toda la información más reciente de la fiscalía de Valencia que involucra a los políticos de la Comunitat Valenciana. En un momento dado, el comisario, hoy encarcelado en la prisión de Estremera, asegura que toda la información está en un pendrive y que "han intentado romper el pendrive de la contabilidad de Gürtel". Se da la circunstacia de que este dispositivo fue el que la Policía descubrió en manos de José Luís Izquierdo, contable de la trama Gürtel, y constiuyó la prueba clave para ir contra Francisco Correa y demás miembros de la trama.

Lo que podría complicar la vida a quien fue Presidenta de la Comunidad de Castilla La Mancha, Secretaria General del PP, Ministra de Defensa, y finalmente candidata a dirigir el partido tras la marcha de Mariano Rajoy, son las declaraciones que hizo, en sede judicial, con respecto a Luis Bárcenas, donde dijo reiteradamente "que no sabía nada y que no le constaba nada" sobre los hechos imputados. Si se decidiera deducir testimonio podría iniciarse una causa contra la política popular quien, en cualquier caso, ha quedado en evidencia tras las escandalosas conversaciones que un digital "fantasma" ha difundido esta semana de forma escalonada. Cuanto más habla Cospedal más se ahoga en la cuerda de sus propias contradicciones.

Cospedal negó ante el juez tener constancia de estos hechos, lo que podría acarrearle problemas judiciales.

En las conversaciones filtradas por el excomisario, hoy encarcelado en la prisión de Estremera, Villarejo les revelaba que existía un confidente de la Polícía en la sede nacional del PP. Además, les fue contando a Cospedal y su marido casi en tiempo real las investigaciones del fiscal en Valencia sobre los regalos que realizaba la trama en su ramificación valenciana.

La conversación finaliza con Cospedal reconociendo que sabe que, de trascender estas reuniones, ella también se vería muy seriamente afectada.