A seis días de la final, el principal enemigo de Pedro Sánchez y el Psoe, pueden ser las "confiadas encuestas". Ni las televisiones ni los debates. Eso se ha quedado muy anticuado. Aunque sirven como pasto y devaneo de politólogos demoscópicos que no quieren perder protagonismo y tienen que amortizar su trayectoria profesional, mientras se adaptan a los tiempos nuevos donde la incertidumbre es quien reina. Adaptarse a la incertidumbre es ganar.