En una semana de definiciones económicas para el continente
Tras la crisis económica del 2008, la Unión Europea y su respuesta a la misma, cosecharon el rechazo de muchos ciudadanos y la desafección hacía las instituciones europeas llegó a cotas nunca antes vistas. Ahora, sin embargo, parece superarse el euroescepticismo y los europeos creen que Bruselas debe gozar de más poderes para afrontar crisis como el Coronavirus. Así lo indica una investigación llevada a cabo en 21 países. La mayoría de los participantes aseguraron que algunos países miembros de la UE no mostraron la solidaridad que se necesitaba; y más de la mitad de los encuestados reconocieron haber sufrido problemas financieros lo que les obligó a pedir ayuda. Para todos, la prioridad de la UE debería ser garantizar suministros médicos en todos los Estados miembros.