El refranero español puede aportar resúmenes muy claros para casi cualquier situación que podamos imaginarnos, así que hoy voy a usar dos que resumen muy bien, creo, lo que está pasando con la serie de Juan Carlos y el escándalo de las fotos y otros temas ya manidos ad nauseam. El primero da título a la tontería de hoy, pero creo que define perfectamente lo que está pasando: Juan Carlos ya es un cadáver frío aunque todavía ande y se mueva, pero está dominado -aunque él no lo sabe - por el rigor mortis. Es como un avatar bajo los palos, pero el avatar es un holograma que no ofrece resistencia, ya no reacciona, todo da igual.
El documental puede ir y volver varias veces sobre lo mismo, que esas idas y venidas no tienen efecto; son martillazos en la pella endurecida de un hierro frío, no causan daños o modifican su forma: Juan Carlos ya es un cadáver camino de su funeral aunque el funeral no haya sido convocado, todo da igual. A estas alturas da lo mismo que las amantes sean 10 o 20, que el importe de comisiones y fraudes sumen 1.000 o 2.000…millones: llegará al juicio de la historia como llegue y bajo la sola influencia del tiempo, no de los golpes que le den ahora.
El segundo habla de hacer leña, o dinero, con el árbol caído. En este caso, es posible que el documental de dinero, pero percibo un cierto rechazo movido por una especie de vergüenza colectiva que busca esconderse y negar que todos fuimos culpables, de alguna forma, de ocultamiento, de no querer ver, de preferir elogiar el inexistente vestido del emperador desnudo. Alguien hará leña con ese árbol, pero serán pocos los que quieran calentarse en ese fuego.
Cuando los que nosotros hemos convertido en grandes personajes caen, todos caemos, en alguna medida, en su misma caída, algo que no es placentero ni objeto de admiración. Juan Carlos cayó cuando se marchó, como se marcharon o murieron casi todos los borbones desde Felipe V: o en el silencio, la ignominia, el exilio o el apoyo más o menos forzado, y casi todos sabemos que sólo es cuestión de tiempo que la arena del desierto que ahora lo acoge seque su presencia como el natrón seca los cuerpos.
A caballo entre la vida y la muerte, entre la gloria y el juicio de la historia, Juan Carlos es un avatar molesto que sigue reclamando una atención que no queremos darle, a pesar de que algunos quieran hacer negocio con su vida o moldear su figura sin darse cuenta de que el hierro de la que algunos quisieron forjarla y moldearla, ya está frío.
Sit Tibi Terra Levis