Si alguien pensaba que Maduro se va a marchar por las buenas ante una derrota electoral o es un ingenuo o, lo más seguro, es alguien lejano al respeto de los principios democráticos. 

La democracia hemos terminado pensando que es simplemente el hecho de votar, eso hace tiempo que dejo de ser asi. Venezuela es una dictadura donde lo esencial no es que se pueda votar o no, es el respeto a los derechos humanos, es la libertad de prensa y es el pleno ejercicio de los derechos civicos de los ciudadanos. ¿Eso existe en Venezuela? La respuesta es sencilla: NO. 

Por ello, es necesario que la Comunidad Internacional tome cartas en el asunto y no vuelva a ser un espectador impasible a verlas venir. Si la UE se ha movilizado con total virulencia contra Putin por ocupar un territorio exterior al suyo, Maduro esta ocupando y subyugando a un pueblo desde hace tiempo y exige una respuesta dura y contundente. 

Un candidato electoral que amenaza con un baño de sangre si el resultado no es el deseado, su victoria, no sólo deslegitima a su figura, deja fuera del juego democrático las propias elecciones. 

Esto va de mucho más lejos que  revisar las actas electorales, es no aceptar el chantaje, el miedo y el ejercicio de la violencia como una forma de gobernar a un pueblo. 

Para los españoles no es de recibo que un expresidente del gobierno de España sirva de placebo democrático de un regimen dictatorial y eso igualmente lo deslegitima para poder intervenir en la politica en el papel que sea. 

En este momento hay que prepararse para lo peor, por ello hoy la Comunidad Internacional con el Gobierno de España a su cabeza eviten, no solo la violencia chavista sino tambien que fuercen al dictador a abandonar el poder.