Este es un asistente virtual que utiliza inteligencia artificial para convertirse en el ayudante de tus sueños. Personas que antes no tenían idea de programación ahora son capaces de utilizar esta tecnología para crear aplicaciones, páginas web, juegos y más. Quieres escribir un artículo y le puedes pedir que interprete el estilo de tu escritor favorito y que te escriba versos al más puro estilo de Hemingway.
Si bien en los últimos tiempos el software ya se estaba devorando el mundo, es el turno de la inteligencia artificial devorarse el software. Estamos frente a una disrupción importante en casi toda la economía de la información (que hoy compone una parte importante del mundo en que vivimos), no necesariamente dejando obsoletas a ciertas profesiones, sino más bien potenciándolas y dándole la oportunidad a muchos de apalancarse en esta tecnología para estar un peldaño más arriba del resto o simplemente hacer cosas que antes no podían.
Hace unos años ciertos comentaristas hablan de la clase “inútil”, personas que no tendrán trabajo a futuro a causa de la automatización de ciertas profesiones. Aunque un cierto porcentaje de la población mundial quizás caiga en esta categoría (porque hoy no tienen acceso a la tecnología que dirige al mundo y llegarán tarde a aprender o acceder a ella), no me compro esta idea de sobremanera. Enfocándonos en quienes sí tienen acceso a la tecnología, aparecerán aquellos que entiendan a la inteligencia artificial y su poder, y se apalancarán en él para utilizarlo.
Esto traerá mayor competencia e innovación, y aunque puede leerse un poco despiadado, va a obligar a personas a aprender rápidamente a utilizarse o quedarse atrás.
De todos modos, hay ciertos aspectos que la inteligencia artificial no podrá suplantar. En primer lugar, las interacciones humanas que son necesarias para nuestra vida humana. Somos animales sociales y dependemos necesariamente de los otros para sobrevivir. Conversar con una pantalla y buscarse conexión a través de ella puede servir un cierto propósito momentáneo, pero nunca va a reemplazar nuestras comunidades y relaciones interpersonales.
Aquí hay un resquicio de esperanza, que será una vuelta -espero- a interacciones físicas y profundas, justamente por la preponderancia y dominancia que tendrá la inteligencia artificial en otros aspectos de nuestras vidas. Espero ver florecer centros comunitarios, deportivos, club de lectores y más, en búsqueda de lo que nos hace realmente humanos.
En segundo lugar, tendremos Bitcoin. Este funciona en base a la criptografía y principalmente, firmas digitales. La inteligencia artificial no podrá suplantar estas firmas digitales ni podrá crear más bitcoin. Este será una salvaguarda frente a esta nueva tecnología y significará una especie de ciudadela personal frente a la embestida del IA.
Adaptarse a estos tiempos y las nuevas tecnologías que van surgiendo, será la clave.
Por último, están los recursos naturales. Algunos me dirán que sí, la inteligencia artificial podrá sintetizar y crear ciertos bienes, medicamentos, minerales, pero la verdad que no creo que sea a escala necesaria para poder suplantar lo que la tierra produce naturalmente.
Los que entiendan el poder de esta nueva tecnología serán los grandes ganadores. Yuval Noah Harari, famoso escritor de Sapiens explicaba hace años que las principales características que necesitamos tener en este siglo son la adaptabilidad e inteligencia emocional.
Adaptarse a estos tiempos y las nuevas tecnologías que van surgiendo, será la clave.
Les quiero pedir que si tienen comentarios, que los dejen abajo. Me gustaría leer qué opinan de estas y otras ediciones ya que sin ustedes, nada de esto sería posible.
Soy Pedro y esta es la edición #122 de La Cadena, un medio independiente dedicado a informarte sobre el mundo de Bitcoin y sus alrededores. Estas palabras son gratis, pero no baratas y toma tiempo investigar y crear este contenido. Considera apoyarme, para que me pueda dedicar a esto.