En las últimas dos semanas se han producido múltiples ataques contra obras de arte, en los que activistas ecologistas arrojan comida a los cuadros, en un intento de convertir este vandalismo en su altavoz mediático. Dos activistas del grupo alemán "Letze Generation" lanzaron este domingo puré de patata a "Los pajares" de Claude Monet. El personal ya se ha puesto en marcha para estudiar los posibles daños tras el ataque.
Se llevan sucediendo las protestas contra la crisis climática, en las que los activistas se sirven de importantes obras de arte para captar la atención de los medios. El último ataque se ha producido contra el cuadro de Les Meules del pintor impresionista francés, Claude Monet, situado en el Museo Barberini de Potsdam, al sur de Berlín.
Dos activistas del grupo alemán de protesta, Última Generación (Letze Generation), arrojaron "una masa viscosa", según la portavoz del museo, Carolin Stranz. Los responsables han confirmado que se trataba de puré de patata y el personal ha empezado a trabajar para examinar los daños en el cuadro.
El pasado 14 de octubre se produjo un acto de vandalismo similar en la Galería Nacional de Londres, contra el cuadro "Girasoles" de Vincent Van Gogh, valorada en más de 80 millones de euros. Dos activistas del grupo "Just stop oil" arrojaron sopa de tomate contra la pintura. Después, ambas mujeres pegaron sus manos a la pared del museo como símbolo de protesta.
La National Gallery ha señalado en un comunicado que la pintura no ha sufrido deterioro y tan solo se han producido algunos "daños menores" en el marco. En el vídeo publicado en redes sociales, se escuchaba a una de las jóvenes preguntarse: "¿Qué tiene más valor? ¿El arte o la vida? ¿Vale más que los alimentos o la justicia?".
El 9 de octubre, dos personas pegaban su mano también en el cuadro Masacre en Corea de Pablo Picasso, en un museo de Melbourne, en Australia, también como protesta por la crisis climática. La Policía arrestó a ambos activistas después de despegar las manos de la pintura.