El Instituto Nacional de Estadística ha confirmado este miércoles que el IPC o Índice de Precios al Consumo terminó el pasado mes de junio con un aumento del 10,2%, un 1,9% más en relación al año anterior. El INE había publicado estos indicadores con una antelación de dos semanas. La inflación lleva escalando dos meses consecutivos después de que los moderados datos de abril. En mayo subió hasta el 8,7% y en junio ha alcanzado los dos dígitos, algo que no sucedía desde abril de 1985. Según el organismo, el aumento del IPC se debe sobre todo a la subida de los carbutantes, la electricidad, y, por supuesto, la cesta de alimentos.
La inflación alcanza con el 10,2% los dos temidos dígitos, algo que no ocurría desde hace 37 años, en abril de 1985. El INE confirma con el desglose por grupos, que la escalada recae sobre los carburantes y los alimentos principalmente. Los alimentos y bebidas no alcohólicas han registrado en junio una subida del 12,9%, dos puntos más que en mayo, y la más alta desde la recogida de datos, en 1994. Se han visto encarecidos productos como frutas, legumbres, carne, cereales, leche, huevos o el pan. Por su parte, los carburantes alcanzan una cifra del 40,7%, lo que deriva a un alza de los transportes de hasta el 19,2%, más de cuatro puntos por encima de la tasa registrada en mayo.
En cuestiones de restauración, también se ha incrementado el precio de hoteles, cafés y restaurantes, que han elevado su tasa interanual hasta un 7,2%, su tasa más elevada desde enero de 1994, hace 28 años. El subgrupo de los hoteles, hostales, pensiones y alojamientos han aumentado su coste en un 45%, por su parte, mientras que la vivienda (con la inclusión de suministros de agua, luz y gas), se ha elevado 1,5 puntos en el mes de junio, con el 19%, debido al incremento en los costes de electricidad o combustibles para calefacción.
La luz se ha encarecido casi 20 puntos, en un 52,7%, según los datos recogidos en el mes de junio. Incluyendo las rebajas impositivas aplicadas a la factura eléctrica, la tasa se quedaría en un 33.4%. Los productos energéticos han escalado hasta el 40,8%, y en el desglose, se confirma que lo que más ha subido de precio, son los combustibles líquidos, con un aumento de hasta el 104,1%. El gasóleo ha subido en un 42,7% y la gasolina un 34,4%. El grupos de otros aceites alcanza el 87,5% tras el encarecimiento del aceite de oliva con un 27,7%.
Algunos de los grupos de bienes se han abaratado, pero con una clara minoría y con porcentajes mínimos. Solo los peajes y aparcamientos se han abaratado dos dígitos, con un -20,4%, pero algunos productos tecnológicos como los equipos de telefonía móvil han bajado un 5,7%, los equipos audiovisuales y los ordenadores personales se reducen en torno a un 3%. Dentro de los productos abaratados, también encontramos la ropa infantil, que se reduce mínimamente en un 1,5%.
La inflación subyacente (alimentos no elaborados y productos energéticos) se sitúa en una cifra definitiva del 5,5%, lo que marcará la tendencia de los indicadores en el futuro. Este es el porcentaje más elevado desde agosto de 1993. Todas las comunidades autónomas han visto aumentada su inflación respecto a mayo. En Castilla-La Mancha escala un 12,7%, y donde menos, en Canarias, con una tasa del 8,5%. Al menos doce comunidades más Melilla han alcanzado una tasa de dos dígitos, con las cifras más elevadas en Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia, Murcia, Extremadura y La Rioja.