Argelia ha anunciado este miércoles que suspende de "inmediato" su Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España por su "injustificable" posición sobre el Sáhara Occidental y el plan de autonomía marroquí. Y la primera decisión ha sido ordenar a la banca congelar todo el comercio exterior con España a partir de este mismo jueves. Una escalada que se produce horas después de que el presidente Pedro Sánchez ratificase en el Congreso el giro histórico del Gobierno español respecto a este contencioso.
La relación entre España y Argelia se agrava dos meses y medio después del giro de España en relación con el Sáhara Occidental. El país norteafricano ha ido un paso más allá este miércoles en su protesta con un doble movimiento: por un lado, ha anunciado la suspensión del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España, un acuerdo firmado el 8 de octubre del 2002 que establece el marco legal de las relaciones bilaterales entre los dos países.
Y poco después ha ordenado la congelación de todas las operaciones bancarias relacionadas con importaciones y exportaciones con España a partir de este jueves, según un comunicado de la Asociación Profesional de Bancos y Establecimientos Financieros (ABEF). Antes de conocer este último hecho, España no había dado por rotas las relaciones, se había "reafirmado" en el tratado de amistad y había garantizado la continuidad del suministro del gas argelino.
"Las autoridades españolas han emprendido una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental, una violación de las obligaciones legales, morales y políticas como poder administrador del territorio que pesan sobre el Reino de España", han apuntado fuentes de la presidencia del gobierno de Argelia, que consideran que es "injustificable" que la Moncloa cambiase en marzo su posición en relación con el Sáhara y aceptara la propuesta de autonomía de Marruecos.
"El gobierno de España considera Argelia un país vecino y amigo y reitera su plena disponibilidad para continuar manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación", sentencian fuentes del ministerio. Ahora bien, si una parte rompe el tratado, el texto queda bloqueado.
Las reacciones de los diferentes partidos políticos no se han hecho esperar. El Grupo Popular considera que el anuncio de Argelia obedece a la ausencia de una "verdadera política exterior con sentido de Estado" y la diputada de ERC, Marta Rosique, ha lamentado que el Ejecutivo no esté calculando las consecuencias de sus acciones: "ni calcularon el impacto del cambio de posición sobre el Sáhara Occidental, y se quedaron solos en el Congreso, ni la tensión que generan con Argelia".