El coronavirus ha formado parte de nuestras vidas en los últimos dos años. Con la tasa de incidencia a la baja, el presidente del Gobierno ha manifestado reiteradamente en las últimas semanas que una de las principales medidas para combatir la pandemia, la utilización de mascarillas en interiores, puede que desaparezca muy pronto. Hoy se reúnen en Zaragoza el ministerio de Sanidad, liderado por Carolina Darias, y las diferentes autonomías para discutir sobre la `gripalización´ (no controlar todos los casos de coronavirus, solamente los hospitalizados) y la supresión de algunas medidas, como la utilización de mascarillas en interiores.
Las comunidades autónomas no se ponen de acuerdo en cuanto a la permanencia de las mascarillas en interiores. La Comunidad de Madrid, como en ocasiones anteriores, es la más permisiva y aboga por eliminar ya esta medida. Este martes anunció que llevaría al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el debate y este martes, el consejero de Salud de la región dio a conocer las líneas estratégicas del Ejecutivo madrileño, suprimir esta medida, con excepción de residencias, hospitales y transporte público.
Sin embargo, Iñigo Urkullo, lehendakari del País Vasco, difiere. La pandemia aún no ha acabado, sigue habiendo hospitalizaciones y un número considerable de casos, por lo que, según él, "todavía es pronto para el relajamiento de todas las medidas preventivas". Extremadura va más allá, y critica duramente al gobierno de Madrid, que tacha de “sensacionalista”. Juan Antonio González, portavoz de la Junta de Extremadura, dice “es un asunto más serio, que se tiene basar en el consenso y en los informes de los científicos”.
En Andalucía, se muestran partidarios a la retirada de mascarillas de forma gradual, siempre escuchando los criterios científicos. De igual manera, reclamando criterios científicos y consenso, se encuentran la Xunta de Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, Cataluña y Murcia.