La sesión de Control al Gobierno de este miércoles ha estado protagonizada por el choque entre los dos principales partidos de la cámara a cuenta de la Guerra de Putin. Pedro Sánchez defiende que los precios del mercado energético está fuera de control debido a la invasión rusa a Ucrania, que Putin llevaba preparando "al menos un año". Sin embargo, el PP, a través de su portavoz Cuca Gamarra, ha acusado al Ejecutivo de utilizar la guerra como una nueva excusa para no tomar medidas.
Quizás el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esperaba este miércoles en el Congreso de los Diputados una sesión de control de bajo perfil ante la situación de interinidad que vive el principal partido de la oposición, el PP, que tiene a Pablo Casado en la puerta de salida y a Alberto Núñez Feijóo preparando su desembarco en la presidencia de la formación.
Pero la realidad es que se ha vivido otro duro enfrentamiento entre Sánchez y la portavoz popular, Cuca Gamarra. La diputada popular ha preguntado al presidente por las perspectivas de la industria, el combustible o la subida de los productos de la cesta de la compra que están completamente disparados por los precios récord del gas, el petróleo y, por extensión de la electricidad. El presidente considera que estamos viviendo una situación de extrema gravedad pero lo ha justificado por la invasión rusa a Ucrania, un ataque ilegal e injustificado que ha provocado un choque entre los dos grandes bloques económicos del mundo nacidos tras la Segunda Guerra Mundial. La escalada bélica de Putin ha venido acompañada de duras sanciones económicas contra Rusia que ha respondido con la misma moneda y ataque con lo que más daños le puede provocar a occidente, el gas y el petróleo.
Pero la respuesta de Sánchez no ha satisfecho a Cuca Gamarra que ha lanzado una serie de graves acusaciones contra el gobierno a quien ha acusado de utilizar la guerra para como una excusa más que justifiquen su inacción en La Moncloa. Gamarra ha calificado a Sánchez como "el presidente de las mil coartadas" y ha afirmado que "primero utilizó la pandemia y hoy nos ha quedado claro que está dispuesto para utilizar la guerra". A continuación, ha pedido, prácticamente exigido, que eche a Unidas Podemos del Ejecutivo porque, sostienen los populares, "apoyan a Putin" y porque califican al PSOE y al propio PP como "partidos de la guerra" y persiguen dejar "en la estacada" al Ucrania y sus ciudadanos.
La respuesta de Sánchez ha sido inmediata y contundente. En el seno del PSOE el ataque de este miércoles desde las filas populares se considera inaceptable y no van a consentir estas graves acusaciones. Si hasta hace unos días consideraban que la llegada de Feijóo podía facilitar las relaciones entre partidos, hoy comprueban que el PP sigue por el mismo camino a pesar de que ahora Pablo Casado ya no está. Si bien el principal partido de la oposición está en proceso de transición, lo ocurrido hoy no presagia nada bueno y los socialistas pierden la esperanza de poder contar con el apoyo del PP aunque sea en cuestiones tan transcendentales como la situación internacional que ha escalado a un nivel sin precedentes desde la guerra fría.
Sánchez ha dicho "ya lo que me faltaba por escuchar es que yo estoy utilizando la guerra ¿para qué?, ¿para qué señora Gamarra?, ¿para qué estoy utilizando la guerra, señoría?". Y ha pedido una vez más respeto por su Gobierno que en esta legislatura se ha enfrentado a una pandemia y después a una guerra "sin el apoyo del principal partido de la oposición, como siempre".