La invasión rusa a Ucrania no solo pone en peligro la soberanía de un país, está siendo un auténtico peligro para el resto de la humanidad. Las últimas horas han sido intensas tras un ataque de la artillería rusa a las instalaciones de la central nuclear más grande de Europa, situada en Zaporiyia. Se han incendiado varios edificios auxiliares y los bomberos, cuando se les ha permitido, han conseguido extinguirlo. Aquí hay seis reactores nucleares y un depósito de combustible nuclear utilizado y hay un riesgo real de que se desencadene una catástrofe que sería diez veces mayor a la que se vivió en Chernóbil y que afectaría al planeta entero.
El presidente de Ucrania, Volomodir Zelenski, ha hecho un llamamiento desesperado a Europa entera y al resto de países tras anunciar que en la madrugada de este viernes la mayor central nuclear de Europa estaba en llamas por el ataque de las tropas rusas que han utilizado artillería con sus tanques con "imagen termal" contra las instalaciones. Para el mandatario ucraniano esto ha sido un episodio de lo que ha definido como "terrorismo nuclear" y ha acusado al invasor ruso de buscar la catástrofe nuclear que sería la peor en la historia de la humanidad.
Afortunadamente, los bomberos han conseguido extinguir el incendio tras el ataque y en un primer análisis se ha comprobado que no han subido los niveles radiactivos y que no se han visto afectados los seis reactores. Pero se a rozado la tragedia. Por eso, el director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, ha propuesto este vienes una reunión en la central de Chernóbil con representantes de ambos mandos para establecer un plan de garantías sobre las quince centrales nucleares que operan en el país. Grossi ha ofrecido la ayuda de su organización para asegurar las instalaciones ucranianas y ha dicho que estamos en el "momento para la acción". "Si vamos a dar ayuda, tenemos que estar allí", ha añadido. Y ha querido dejar claro que "esta iniciativa no tiene nada que ver con los aspectos políticos de la crisis, no soy un mediador".
Hace unas horas, en un comunicado, la Inspección Nacional de la Regulación Nuclear de Ucrania ha confirmado que la instalación está ya bajo dominio ruso aunque el personal sigue en sus puestos de trabajo y se está supervisando el estado de las instalaciones para asegurarse de que no ha habido escape radiactivo.
El organismo ha detallado que el reactor uno está apagado, el dos y el tres han sido desconectados y están siendo enfriados; el cuarto está en funcionamiento; y que las unidades cinco y seis también están siendo enfriadas de manera correcta. Sin embargo, han advertido que "la pérdida de la posibilidad de enfriar el combustible nuclear llevaría a una liberación significativa de radiación (...) lo que podría superar todos los accidentes previos".
Ante los acontecimientos de esta noche, el ministro de Energía ucraniano, Herman Galushenko, ha manifestado que "estamos al borde de la mayor catástrofe provocada por el hombre en la historia de la humanidad" y ha considerado que "Putin quiere destruir el mundo. Con carros de combate y otra artillería pesada, ha disparado contra zonas cercanas a los reactores". El ministro ha defendido que están viviendo "una guerra de destrucción de la humanidad y del planeta y la seguridad nuclear no es una preocupación para el enemigo".