Manuel Gavira, portavoz del grupo en el territorio andaluz, sea mostrado en contra de acoger en España a refugiados de guerra y niños provenientes de Ucrania, chocando con la postura que sostuvo el líder del partido, Santiago Abascal, en el Congreso de los Diputados, lo que evidencia la ambigüedad y la incomodidad del partido ante la guerra entre Rusia y Ucrania.
“La posición de Vox es conocida, creemos que deben quedarse en los países más cercanos porque son culturas afines, para que puedan retornar y estar cerca de sus domicilios.”, declaró el martes Gavira en rueda de prensa, que destaca que la postura de la formación es conocida y que “condenan el ataque a cualquier soberanía”.
Sin embargo, entra en disputa con la intervención en el Congreso de Santiago Abascal, que diferenció a los refugiados de la guerra ucraniana de los “jóvenes en edad militar y de origen musulmán” que “se lanzaron contra distintas fronteras de Europa” para “colonizarla”. El líder nacional indicó que la acogida de “mujeres, ancianos y niños” que huyen de la invasión es compatible con su máxima de defensa de la frontera nacional, en línea con la postura del Gobierno de Polonia.
La Junta Andaluza, presidida por Juan Manuel Moreno, ha respaldado al Ejecutivo Central en su posición de la guerra y han ofrecido 100 camas UCI en los hospitales de la región, en coordinación con el Ministerio de Sanidad.
En Andalucía viven un total de 17.414 ucranianos, la mayoría censados en Málaga. La medida ha sido criticada desde la formación de ultraderecha que ha declarado que “está bien para salir en los medios de comunicación, que será muy generosa, pero nada efectiva”, apuntando que los refugiados deberían establecerse en países fronterizos a Ucrania.
Seguidamente, el portavoz de Vox en Andalucía ha afirmado que el Partido Popular es igual que el PSOE y acusa al presidente de la Junta de “fomentar el nacionalismo andaluz”. También, han arremetido contra el que será, presumiblemente, el nuevo líder popular a nivel nacional, Alberto Núñez Feijóo, y expresan que Moreno pretende implantar un “nacionalismo malentendido” al igual que en Galicia.