Este martes, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, ha pronunciado un contundente discurso en el Parlamento Europeo en el que ha resaltado que Europa no va a "cambiar derechos humanos por su gas" y que la Unión debe "demostrar una capacidad de acción más poderosa, consistente y unida de lo hecho hasta ahora" ante las amenazas a la seguridad. Borrell ha vuelto a mencionar la necesidad de que la UE comience a pensar de forma estratégica y desarrolle una política de seguridad común con mayor capacidad disuasoria para impedir futuros conflictos.
Durante el Pleno Extraordinario del Parlamento Europeo de este martes, celebrado para tratar la invasión rusa de Ucrania, el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha compartido las lecciones que la UE puede extraer en cuanto a política común de seguridad y defensa, un campo en el que el Alto Representante lleva tiempo trabajando mediante la propuesta de mecanismos como la Brújula Estratégica. Borrell ha asegurado que durante estos días presenciamos "el acta de nacimiento de la Europa geopolítica" al tomar "consciencia de los desafíos a los que nos enfrentamos".
"Habiendo sido presidente de este Parlamento en 2007 yo pude decirle al señor Putin cara a cara, después del asesinato de la periodista Anna Politkóskaya, que no vamos a cambiar derechos humanos por gas, y este es el momento de repetirlo y actuar" ha sentenciado Borrell ante los eurodiputados. Por eso ha indicado que la Comisión Europea trabaja para eliminar la dependencia del continente en materia energética.
El jefe de la diplomacia europea también ha felicitado a los organismos europeos por haber demostrado durante los últimos días su gran capacidad de colaboración y de reacción rápida ante los últimos acontecimientos. Pese a señalar la necesidad de que el bloque aumente su "hard power", ha destacado que esta "capacidad coercitiva no se hace solamente con las armas". "Se hace como ha propuesto la Comisión, de manera extraordinariamente eficaz, tomando medidas como estas que parecen de papel, que no movilizan misiles pero que tienen un efecto trascendental sobre la solvencia de un país, e impiden que Rusia vaya a usar el dinero que pagamos por su gas para alimentar la guerra" ha dicho en referencia a las sanciones económicas que Bruselas ya está imponiendo a Moscú.
"Las medidas propuestas por la Comisión impiden que Rusia vaya a usar el dinero que pagamos por su gas para alimentar la guerra"
"Cuando un potente agresor agrede sin justificación alguna a un vecino mucho más débil nadie puede invocar la resolución pacífica de los conflictos" ha dicho tras mencionar el trabajo de Occidente para crear una coalición para condenar a Rusia dentro de las Naciones Unidas. La semana pasada Rusia vetó una resolución del Consejo de Seguridad para instar a Moscú a cesar el uso de la fuerza, una resolución que contó con las abstenciones de China, India y Emiratos Árabes Unidos, tradicionales aliados de Rusia. Por eso Borrell ha señalado que los socios y aliados trabajan para que en la próxima Asamblea General "sea el mundo entero el que condene al agresor".
Borrell también ha celebrado que la UE decidiera emplear los fondos comunes del Fondo Europeo para el Apoyo a la Paz (FEAP) para invertir en armamento para Ucrania y ha pedido que en la votación del próximo presupuesto comunitario los eurodiputados "pongan los medios para afrontar la siguiente crisis y la siguiente agresión rusa".
Finalmente, Josep Borrell ha lamentado las similitudes de la situación actual con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. "Me pone malo pensar en la analogía histórica que estos acontecimientos tienen con el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Pero es el retorno de la tragedia a lo que se enfrenta Europa hoy. En vez de asustarnos, debería impulsarnos" ha dicho. "Las fuerzas del mal, las fuerzas que pugnan por seguir utilizando la violencia como forma de resolver los conflictos, siguen vivas y debemos demostrar una capacidad de acción más poderosa, consistente y unida de lo hecho hasta ahora" ha indicado volviendo a apelar a la capacidad estratégica de la Unión.
"No podemos seguir confiando en que apelar al Estado de derecho y desarrollar relaciones comerciales vaya a convertir al mundo en un lugar pacífico donde todo el mundo evolucionará hacia la democracia representativa” ha señalado. "Puede ser el momento en el que los europeos entiendan que el mundo en el que viven es un mundo peligroso y, para hacerle frente, hace falta que refuercen su unión”.