Se acercan las elecciones autonómicas en Castilla y León y los partidos apuran las horas para conseguir persuadir al electorado. El candidato socialista, Luis Tudanca, ha estado acompañado durante el fin de semana del presidente Pedro Sánchez, del ex presidente Zapatero, y también de los alcaldes castellano y leoneses de las grandes capitales. El socialista apura sus opciones de poder llegar a la presidencia de la Junta y desbancar así a un Partido Popular que solo podrá retener el poder contando con la ultraderecha de Vox. La campaña se le ha hecho muy larga a Mañueco que, según las encuestas, podría tener más dificultades de las previstas para brindarle un triunfo a su partido.
El secretario general del PSOE en Castilla y León y candidato a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Luis Tudanca, estuvo este domingo en León, acompañado del presidente Pedro Sánchez y del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero.
El dirigente socialista está cada vez más seguro de que el próximo 13 de febrero "seremos mayoría los que queremos cambio y vamos a ganar por más de lo que lo hicimos en el 2019". Cabe recordar que los socialistas fueron la primera fuerza política en las urnas y que un pacto entre PP y Ciudadanos apartó a Tudanca de la presidencia. Precisamente la voladura de ese acuerdo entre conservadores y liberales ha llevado a la región a este adelanto electoral. Por primera vez en la historia democrática los ciudadanos de Castilla y León están llamados a las urnas solo para la cita autonómica y eso hace que los candidatos se centren exclusivamente en cuestiones que afectan al territorio castellanoleonés.
Luis Tudanca se muestra contundente como el único que sería capaz de "garantizar la estabilidad en Castilla y León" tras los múltiples casos de corrupción que afectan a los populares en la región que están siendo investigados por la fiscalía sobre un posible delito de financiación irregular, precisamente en las primarias a las que se sometió el presidente Mañueco. "Por decencia hay que cambiar, debemos tener un nuevo gobierno porque esta es una tierra decente", aseguró el socialista.
El político socialista se siente confiado en "convertir a esta generación en la última que se ha tenido que marchar porque ahí no había más oportunidades" y confía en obtener una mayoría "más grande" que la lograda en los anteriores comicios para que no haya luego un pacto de otras fuerzas que le aparten del poder.
El presidente Sánchez, tras la aprobación de la reforma laboral el pasado jueves, quiso poner en valor el trabajo que el PSOE está haciendo desde el Gobierno de España. Tras la polémica votación del Congreso de los Diputados de la pasada semana, el líder socialista puso el foco en que "esta reforma laboral es un canto al crecimiento y al acuerdo porque consolidará el crecimiento económico y el empleo digno". Habló del "éxito colectivo" que ha supuesto que entre en vigor la reforma laboral, a pesar de que estuvo a punto de quedarse por el camino si no hubiera sido por un error en el voto de un diputado del PP.
En este punto, el presidente dijo que la oposición de la derecha y la ultraderecha enseñó "su verdadero rostro" y acusó a PP y Vox de "blanquear el transfuguismo, que deslegitima un voto democrático en el Parlamento y, lo más grave, que vota en contra de un acuerdo bueno para España porque es un acuerdo bueno para los trabajadores, los sindicatos y los empresarios".
Pese a la oposición negacionista de la derecha, pese a la pandemia, España avanza. El 95% de los trabajadores que en algún momento estuvieron en ERTE están trabajando de nuevo, hay 20 millones de empleados cotizando a la Seguridad Social y nuestro país sigue siendo ejemplo para otros países del modelo de vacunación, con el que ya el 50% de los menores de 12 años cuentan con una dosis inoculada. En España no hay negacionismo, lo que hay es solidaridad, eso es España”, destacó el presidente.
Sobre las elecciones castellanoleonesas, Sánchez dijo que la región se unirá a los avances que se están produciendo a nivel nacional y avisó que "papeletas hay muchas, pero la única que garantiza el cambio y la esperanza es la de Luis Tudanca". El presidente quiso llamar a la participación masiva ya que consideró que "ahora necesitamos más votos" que hace dos años "para que el cambio sea imparable y no haya componendas de distintos partidos", sobre todo porque en esta ocasión sería la ultraderecha de Vox la que podría entrar por primera vez en un gobierno en España.
Por su parte, el expresidente Zapatero apostó por Luis Tudanca como próximo presidente de Castilla y León porque “representa el futuro, la esperanza y la decencia”. Zapatero ha asegurado que al Partido Popular “le tiemblan las piernas” en la campaña porque “el ambiente es una ola a favor del cambio, a favor de Luis Tudanca”. “Convocaron unas elecciones no por la comunidad, eras unas elecciones convocadas por el Partido Popular para el Partido Popular”.