Pilar Aguilar, Fátima Arranz, Puri Liétor, Juana Gallego y Sandra Moreno han unido fuerzas para representar a las millones de féminas “decepcionadas en estos dos años con Unidas Podemos y el PSOE”. Y es que hartas de estar hartas decidieron hace unos meses pasar del hartazgo a la acción y comenzaron a cimentar -junto a uno equipo de casi un centenar de activistas- lo que hoy es ya una realidad: Feministas al Congreso (FAC), un nuevo partido “que defienda los derechos de las mujeres y desarrolle la agenda feminista”, explica Pilar Aguilar, su presidenta. “Muchas feministas hemos vivido un proceso de ir colmado el vaso durante casi dos años, hemos aguantado, esperado, escrito, interpelado… pasa el tiempo, y nada. De modo que, llega un momento en el que nos decimos: No hay nada que esperar. Actuemos por nuestra cuenta”.
Y es que la misión de FAC no es otra que la de frenar “la actual deriva antifeminista del Gobierno y la involución que relega los problemas más cruciales que nos afectan y que casi nos confina a la irrelevancia”, añade su presidenta.
Estas cinco luchadoras no harán este titánico esfuerzo solas. Tras la ejecutiva hay un equipo de más de 60 integrantes trabajando a toda máquina y recordando que vienen del arrojo y del abolicionismo de Olympe de Gouges, Clara Campoamor o las Hermanas Mirabal. Por eso avisan que estar en el Congreso es misión más que probable. “Ya tenemos más de 2000 adhesiones. Se hace necesario tener representación en el Parlamento y demás instituciones en las próximas elecciones generales para cambiar todo esto”, añade Juana Gallego, vicesecretaria primera.
La bandera de la dignidad para las mujeres
Así las cosas, Feministas al Congreso es la contestación a las manifestaciones y declaraciones que por activa y pasiva lleva haciendo el movimiento feminista ante el borrado de las mujeres y que ni UP ni el PSOE han querido oír. “No es solo que la Ley Trans nos parezca escandalosamente perjudicial para las mujeres, sino también el resto de acciones y leyes. Nos preguntamos consternadas, ¿qué ha hecho este gobierno -durante los dos años que lleva en el poder- por las mujeres? Y la respuesta nos asombra. Para mal, claro”, recalca enérgica su presidenta. “Cuando se viven situaciones injustas, el camino para recobrar o conquistar la dignidad es la rebeldía, la no aceptación del sometimiento”.
A sabiendas de que a partir de ahora todos los ojos estarán puestos sobre ellas, “somos conscientes de ello”, reconocen que cuentan con “una posición valiente y nada soberbia al mismo tiempo: nos atrevemos, aun sabiendo que no somos inatacables y no somos perfectas. ¡Claro que sí!”.
De hecho, ya han respondido a quienes les están diciendo que la alternativa de FAC no cuenta con un programa general más allá de la propuesta del feminismo: “el programa feminista es ya, de por sí, general pues las mujeres somos la mitad de la población, no un colectivo. Conquistar un derecho para las mujeres, conseguir leyes o medidas de cualquier tipo (educativas, por ejemplo) que mejoren la situación, supone un cambio para toda la sociedad. Dicho eso: de aquí a las elecciones elaboraremos propuestas detalladas en todos los órdenes, máxime teniendo en cuenta que hoy hay mujeres excelentes profesionales en todos los dominios, desde la economía global, hasta la red de ferrocarriles”, añade Aguilar.
En cuanto a las críticas que han recibido desde los partidos actuales de que Feministas al Congreso fragmentará el voto de la izquierda poniendo a la derecha y la ultraderecha todo en bandeja o que el feminismo pertenece a un color político determinado, su presidenta responde a lo Yesenia Zamudio, la madre mexicana que denuncia al estado feminicida mexicano. “¿Hay que disolver partidos para no fraccionar el voto de la izquierda? Pues que, para variar, ellos disuelvan el suyo y empiecen a militar en el nuestro. ¿Hay que practicar la ética en el cuidado de la Humanidad? Pues que para variar las mujeres empecemos a cuidarnos primero nosotras y a ocuparnos directamente de lo nuestro. De modo que sí, creamos FAC. Y quien quiera llorar que llore y quien se alegre, que se afilie”.
Y es que como manifiesta Feministas al Congreso “es imprescindible recuperar el objetivo de las políticas de igualdad. La actual deriva antifeminista del Gobierno pretende anular la agenda feminista, contrariando abiertamente la normativa internacional y nacional vigente. Por esta razón, nosotras, como feministas, estamos obligadas a defender nuestros derechos y a sentar nuestra postura: Rechazamos que se redefina la naturaleza humana, lo que es ser mujer y hombre, basándose en teorías acientíficas y en postulados ideológicos que contradicen la evidencia material. También nos oponemos a la instrumentalización y adulteración del feminismo para dar cobijo a ideologías que perjudican a las mujeres, y promover prácticas que nos agreden, deshumanizan y comercializan como la explotación sexual y reproductiva, la pornografía y la publicidad sexista, entre otros”, añade la presidenta de FAC.
La concordia como valor añadido
Unos objetivos que quieren conseguir de forma intergeneracional. “Intentaremos utilizar todo tipo de canales adecuados a los gustos y funcionamientos de las jóvenes. En nuestro partido hay muchas jóvenes que saben cómo interpelar a su generación. Y, desde luego, pondremos todo el interés en ello. Son las nuevas generaciones las que deben hacer frente a los problemas que este mundo genera. Y eso, han de hacerlo en todos los órdenes de la vida y, por supuesto, en lo relativo a los derechos de las mujeres”.
Además, saben que cuentan con “agrupaciones feministas dispersas por todo el territorio nacional para desarrollar propuestas, actividades y aplicar las políticas feministas en sus propios ámbitos. Buscaremos la colaboración estrecha con todas las asociaciones y organizaciones intentando establecer sinergias con otros grupos nacionales e internacionales, ya que consideramos que el feminismo es internacionalista por definición.
Somos conscientes de que forma parte de la normalidad democrática que en el Movimiento Feminista haya diversos puntos de vista (siempre dentro de los principios básicos del feminismo) que, a veces, dan lugar a fricciones o desencuentros que pueden debilitar nuestra lucha.
Por ello, pretendemos que nuestro partido asuma como identidad expresa la voluntad de intentar aunar esfuerzos, limar asperezas y armonizar posturas dentro del Movimiento Feminista. Mantendremos una actitud dialogante, abierta a las alianzas, en aras del logro de nuestros objetivos comunes. Y nos comprometemos a hacer de la concordia un valor fundamental de nuestro partido político”.
En cuanto a la financiación del partido contarán “con cuotas, campañas de recogida de fondos y otros métodos en los que imaginación no va a faltar”, subraya Aguilar. Y como otra cosa no, en Feministas al Congreso no falta el sentido del humor y la ironía, a quienes les digan que incumplen en cuotas paritarias les sacan de dudas. “Tenemos varias posibilidades: por ejemplo, hacer listas cremalleras donde los varones dimitan cuando convenga. O, si esa nefasta Ley Trans se aprueba, declararnos hombres unas cuantas y, una vez pasadas las elecciones, volvernos a declarar mujeres… Y aquí paz y después gloria, como señala el dicho popular”, responde Aguilar.
Todo por delante
Así las cosas, tras la presentación en rueda de prensa de Feministas al Congreso en un sitio tan representativo como el Ateneo de Madrid, la cuenta atrás por llegar a la Cámara Baja ya ha empezado. “Tenemos mucho trabajo por delante, pero estamos encantadas porque no para de crecer el número de mujeres que se están incorporado al proyecto. Con todas ellas y las que se van a ir sumando estamos seguras que la gente nos va a conocer y apoyar. Sabemos que hay mucho descontento y que podemos ser una alternativa política para quienes manifiestan haberse quedado huérfanas de representación. Si desde aquí hasta las generales hemos logrado visibilidad y conectado con amplios sectores de mujeres –y hombres– igual conseguimos nuestro objetivo de llegar al Congreso”, añade Juana Gallego, vicesecretaria primera del partido.
Preguntada sobre la diferencia de FAC frente a otros partidos, Gallego lo tiene claro: “Queremos ser una voz sensata y racional que se oponga a todo el griterío, el ruido y la crispación actual. Como partimos sin conexiones ni vínculos con ningún partido anterior, tampoco arrastramos hipotecas de ninguna clase. Además, no prometeremos hacer milagros, eso queda para los santos. Plantearemos objetivos realistas y políticas que se puedan llevar a cabo. La gente está harta de vendedores de humo. Hay que aceptar los propios límites. Ya hubo quienes dijeron que iban a asaltar los cielos y mira dónde han acabado”, añade.
Un quehacer que, aunque se hace sin que las integrantes de FAC tengan tablas en la política, no les amínala. “Mi experiencia es a través de mi militancia en el movimiento feminista durante 40 años, espero aportar otros conocimientos, otra manera de analizar la realidad, un estilo pausado, tranquilo, una voz diferente. Yo no tengo aspiraciones personales, me basta con colaborar en la medida de mis posibilidades en esta aventura que hemos iniciado”.
Y es que ambas entrevistadas tienen claro que por encima de todo el momento de que las mujeres tomen el poder es ya. “Somos las que más sabemos de nuestra situación y de nuestros problemas, por lo tanto, aunque cambiar la sociedad es un asunto de todas, la política no puede ser hecha sin nosotras. Pero no solo basta con ser mujer, hay que ser feminista. Hay mujeres en todos los niveles y ámbitos sociales, cosa que es importante porque somos la mitad de la población, pero si no tienen conciencia feminista el número de mujeres por sí mismo no es suficiente. Lo que no vamos a permitir es que se hable de nosotras sin nosotras. Que se redefina lo que es ser mujer sin nuestra participación. Ya se nos relegó en el pasado y no vamos a permitir que se nos vuelva a ningunear. Somos muchas, y cada vez vamos a ser más”, comenta Gallego. Por su parte Aguilar añade que “empezamos con ilusión esta apasionante aventura que esperamos nos beneficie a todas las mujeres y, por extensión, a toda la sociedad, porque sin la participación activa de las mujeres no hay democracia”.
Nuria Coronado Sopeña es periodista, conferenciante y formadora en comunicación no sexista. Además es autora de Mujeres de Frente y Hombres por la Igualdad (Editorial LoQueNoExiste); Comunicar en Igualdad (ICI), documentalista de Amelia, historia de una lucha (Serendipia) y Premio Atenea 2021 @NuriaCSopena