A pocos días de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales chilenas, nadie se atreve a predecir qué ocurrirá. El ultraderechista José Antonio Kast y el izquierdista Gabriel Boric se disputarán la Presidencia del país este domingo 19 de diciembre y la incertidumbre sobre quién resultará vencedor se mantiene en un Chile marcado por la polarización política. Una cosa sí está clara: ninguno de los dos candidatos obtendrá mayoría en el Congreso, por lo que se verán obligados a forjar alianzas estables.
Las elecciones del pasado 21 de noviembre ya mostraron la amplia fragmentación de los votantes y una gran dispersión de fuerzas políticas marcada por la irrupción de nuevas posturas en el hemiciclo.
La coalición liderada por Gabriel Boric, Apruebo Dignidad, obtuvo 37 diputados y 4 senadores, mientras que el Frente Social Cristiano (FSC) de José Antonio Kast se hizo con 15 diputados y un senador. A partir de marzo de 2022, los asientos de ambas cámaras estarán distribuidos de forma equilibrada entre progresistas y conservadores.
Con este escenario político, los expertos destacan que el diálogo y la habilidad política serán fundamentales para quien termine haciéndose con la presidencia del país finalmente. El nuevo Gobierno deberá tener una alta disposición al diálogo en el Congreso para ser capaz de impulsar las medidas necesarias en un país que, tras las protestas que lo sacudieron en 2019, tiene altas expectativas de un cambio de modelo.
Durante las últimas semanas, las encuestas han señalado a Kast como favorito, pero ahora los resultados se han dado la vuelta y muestran a Boric como candidato predilecto
Durante las últimas semanas, las encuestas han señalado a Kast como favorito, quien ganó la primera vuelta con un 27,9% de los votos. Ahora, parece que los resultados se han dado la vuelta y las tres principales empresas encuestadoras muestran a Boric como favorito. También destacan un alto porcentaje de ciudadanos indecisos.
Precisamente esos chilenos que aún no se han decidido por ningún candidato serán la clave de los comicios, según los politólogos, así como el amplio porcentaje que se abstuvo de votar en la primera vuelta.
La historiadora e investigadora del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES) Josefina Araos indica que el principal desafío del próximo dirigente será "negociar y articular acuerdos transversales" y señala que el objetivo será "lograr colaboración" tras una época caracterizada por el obstruccionismo entre el Ejecutivo y el Congreso. Se trata de una tarea muy difícil, sobre todo teniendo en cuenta la fragmentación del futuro Congreso, con una "dinámica política previa muy deteriorada" y "marcada por la desconfianza y el resentimiento recíproco".