El pleno del Ayuntamiento de Madrid se ha quedado este martes en un consenso de mínimos sobre el recuerdo que le debe dedicar la ciudad a la escritora Almudena Grandes, recientemente fallecida. El Gobierno local del PP y Ciudadanos, junto a la ultraderecha de Vox, tumbó varias iniciativas presentadas por los partidos de la oposición y solo se consiguió que el consistorio ponga nombre a una calle de la capital (aún sin especificar). Negaron, por el contrario, reconocer a la escritora como hija predilecta de la ciudad y también a que la primera biblioteca pública que se inaugure lleve su nombre.
Por su parte, la moción presentada por Más Madrid, que incluía la petición del PSOE de darle el nombre de la escritora al paseo de Coches del parque del Retiro, ha sido rechazada en su integridad. La portavoz del grupo mixto, Marta Higueras, ha defendido la importancia de homenajear a Grandes por ser “la escritora más leída en España y la mayor representante de nuestras letras”, mientras que Más Madrid alegaba que el duelo nacional que ha provocado su muerte “está siendo clamoroso”.
Desde el PP, la delegada de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, ha afirmado que este tipo de cuestiones “deben conllevar consenso” que no se ha dado, instando al resto de grupos a “seguir trabajando en buscar la unidad en este aspecto”. Resulta paradójico que la concejala popular alegara la falta de consenso precisamente cuando su propio partido fue el que impidió ese consenso.
Anunciada por la ministra portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, este martes se ha aprobado la concesión a título póstumo de la Medalla de oro al mérito en las Bellas Artes a Almudena Grandes por su "extraordinaria calidad como escritora" y su "compromiso inquebrantable" con la literatura y la memoria histórica. Rodríguez ha destacado la contribución de la escritoria madrileña con el idioma española, la internacionalización de la cultura y empeño literario con la memoria, en referencia a los retratos que Grandes hizo en sus libros de la Guerra Civil.