El vicepresidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Frank Elderson, ha aprovechado su intervención este jueves durante la celebración de la Conferencia de asuntos jurídicos de 2021 organizada por el BCE para señalar que los tribunales reconocen cada vez más el derecho individual al medioambiente para las generaciones futuras.
Así, el también abogado holandés ha hecho referencia a casos recientes, que “muestran que los tribunales dan más peso y relevancia a la protección del derecho a un entorno limpio y encuentran base legal para esas demandas relacionadas con el clima”. De este modo, añade que “la actitud de los tribunales cambia y hay más disposición por su parte a seguir los argumentos de los demandantes y de hacer responsables a gobiernos y empresas".
Elderson ha hecho hincapié en el caso Urgenda, en el que el Supremo holandés ordenó al Gobierno del mismo país, en referencia a la Convención Europea de Derechos Humanos, reducir las emisiones de gases invernadero, al menos, un 25 % a finales de 2020, en comparación con los niveles de 1990.
Una actitud similar ha mostrado el Tribunal Supremo irlandés al considerar que el plan de mitigación nacional no cumplía con la ley del clima nacional, ya que no especificaba con suficiente detalle cómo Irlanda iba a llevar a cabo la transición a una economía de bajo uso del carbón, resistente al clima y sostenible con el medioambiente a finales de 2050. Por su parte, el Tribunal Constitucional de Alemania sentenció este año que las cláusulas de la Ley federal contra el cambio climático, que blindan los objetivos sobre el clima nacionales y las emisiones anuales permitidas hasta 2030, eran incompatibles con derechos fundamentales. Además, alegó que se se especificaban suficientemente las reducciones de las emisiones más allá de 2031 y transgredían las libertades de las generaciones más jóvenes.
Elderson reiteró que siguen en aumento las demandas y sentencias contra empresas acerca de su compromiso con el medio ambiente. El belga citó a la petrolera Shell, que tiene que reducir sus emisiones de efecto invernadero un 45% hasta 2030. También la empresa de energía alemana RWE, a la que un agricultor peruano acusa de que sus emisiones son responsables parcialmente del elevado nivel de las aguas en su área.