La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado en sus últimos pronósticos publicados este martes que se esperan alrededor de 700.000 fallecimientos por covid-19 en Europa de aquí a primavera. Así, afirma que la tendencia de contagio que ya experimenta el continente se mantendrá hasta marzo, subrayando que hasta 49 países alcanzarían una situación de riesgo extremo en las UCI.
Hans Kluge, director de OMS-Europa, ha asegurado mediante un comunicado que "para vivir con este virus y seguir con nuestra vida diaria necesitamos un enfoque que exceda a la vacuna", subrayando que se deben "incorporar medidas preventivas en nuestras rutinas". Así, la cabeza de la división sanitaria para Europa ha mencionado el uso de mascarillas en interiores, la higiene de manos, ventilación de espacios, mantener la distancia o toser en el codo, lo que reduciría considerablemente la expansión de los contagios.
Además, Kluge declara que es necesario combinar esas medidas con intervenciones de salud pública como son la implantación del pasaporte-covid, el aislamiento de quienes tienen síntomas, los test, el rastreo y las cuarentenas. La OMS alerta asimismo de que el continente europeo continúa bajo "la firme sujeción" de la pandemia. La semana pasada se dobló el número de muertes diarias hasta 4.200 y se superaron los 1,5 millones de fallecidos desde el inicio de la pandemia, que aumentarían a los 2,2 millones acumulados en primavera, según las proyecciones actuales.
La OMS afirma que la alta transmisión de coronavirus, que dejará alrededor de 700.000 muertes en Europa de aquí a marzo, se debe a varias causas: la relajación de restricciones, la bajada de temperaturas, el consiguiente aumento de reuniones en interiores, el aún elevado número de personas aún no vacunadas y el peligro de la variante Delta. Así, el organismo internacional aboga por continuar con la vacunación explicando que "en este contexto se debería dar una dosis de refuerzo a los más vulnerables, incluidos inmunodepresivos, como prioridad. Dependiendo del contexto nacional de disponibilidad de dosis y de la epidemia de covid-19, los países deberían considerar también dársela a los mayores de 60 años y el personal sanitario".