El cáncer de mama sigue siendo la principal causa de muerte entre mujeres de 35 a 50 años en España. Solo el año pasado, 6.621 personas murieron a causa de cáncer de mama metastásico. Hoy, 13 de octubre, es el Día Mundial de esta patología que todavía no tiene cura y cuyo pronóstico tiene una media de 2 a 5 años.
Esta ausencia de cura hace que la investigación sea clave para poder descubrir un tratamiento que no solo les dé tiempo a las personas afectadas por esta enfermedad, sino que también les dé esperanzas de vivir. Las pacientes con metástasis representan el 20% de las afectadas de cáncer de mama y solo un 6% de toda la investigación está dedicado a encontrar tratamientos para ellas. “Nosotras somos las grandes olvidadas de esta enfermedad”, indicaban desde la Asociación Cáncer de Mama Metastásico con la intención de recaudar fondos para nuevos hallazgos y, también, lograr visibilidad.
Hace unas semanas, el director del International Breast Cancer Center (IBCC), Javier Cortés, daba un poco de esperanza a estas pacientes con los resultados de un ensayo en el que se ha demostrado que el tratamiento del cáncer de mama metastásico HER2-positivo unido al fármaco trastuzumab deruxcan frena la progresión de la enfermedad en el 75,8% de las pacientes a los 12 meses y consigue que el tumor desaparezca completamente en el 16% de los casos.
“Esto quiere decir que sería potencialmente posible que un grupo de estas pacientes pueda curarse”, explicaba Cortés, quien cree que este medicamento “ha logrado en un ensayo clínico de cáncer de mama los mejores resultados nunca vistos”, y que esto “supondrá un cambio de paradigma del tratamiento de estas pacientes”.
Gracias a este tipo de investigaciones estas mujeres tienen la esperanza de sobrevivir a una enfermedad que todavía no tiene cura, por ello, la investigación es lo más importante. Es por esto que este miércoles varias ciudades a partir de las 20.45 horas iluminarán sus edificios principales de rosa, verde, turquesa y amarillo. Estos colores no has sido elegidos al azar, sino que tienen mucho significado: el rosa representa al origen de la enfermedad (la mama), el verde la esperanza, el amarillo las ganas de vivir y el turquesa la curación.