Los taliban han presentado mediante un comunicado los nombres de los integrantes del nuevo Gobierno de Afganistán. La lista, que reúne a altos cargos dentro del movimiento, destaca por la evidente falta de inclusión que los taliban prometieron a la comunidad internacional. En este comunicado también se ha declarado el país como un Emirato Islámico y han prometido defender sus intereses actuando bajo las leyes de la sharía. Mientras los taliban piden el reconocimiento internacional de su nuevo Gobierno, la oposición hace un llamamiento a la resistencia.
Este martes, los taliban anunciaron la formación de su nuevo Gobierno en funciones. Se trata de un paso hacia la estabilización de su poder en Afganistán tras la toma de la ciudad de Kabul, la capital del país, el pasado 15 de agosto y la posterior retirada de las tropas extranjeras.
La Administración estará liderada por el Mulá Mohammad Hassan Akhund como primer ministro, uno de los fundadores del movimiento que hasta el momento desempeñaba las funciones de jefe del consejo de liderazgo. En el anterior gobierno taliban ya fue ministro de Exteriores y viceprimer ministro. Su número dos será el Mulá Abdul Ghani Baradar, quien también fue cofundador de los taliban en 1994 y ministro de Defensa durante la primera dictadura. Lideró la resistencia a la invasión estadounidense y fue encarcelado en 2010 en Pakistán. Desde su puesta en libertad en 2018 ha estado al frente de la oficina política nacional y fue el primer taliban en mantener una conversación con un presidente de los Estados Unidos, el expresidente Donald Trump.
El ministro del Interior será Sarayuddin Haqqani, el líder del grupo militante Haqqani. Es uno de los grupos aliados de los taliban y responsable de algunos de los atentados más crueles perpetrados en Afganistán durante los últimos años. Al contrario que los taliban, Haqqani sí es considerada como una red terrorista por Estados Unidos y su líder tiene una orden de captura del FBI desde el año 2008 que ofrece hasta 5 millones de dólares por cualquier tipo de información que pueda resultar útil para su arresto.
El Mulá Mohammad Yaqoob, anterior responsable militar del grupo e hijo del fundador de los talibanes, el Mulá Omar, es el nuevo ministro de Defensa en funciones. Como ministro de Relaciones Exteriores se ha anunciado al antiguo jefe de la oficina política talibán, Amir Khan Motaki. Este último participó en la firma del acuerdo de retirada con Estados Unidos de 2020.
Aún no se ha aclarado qué papel va a ocupar el líder supremo del movimiento, Hibatullah Akhundzada, quien lleva días desaparecido de los canales de comunicación del régimen.
El portavoz de los taliban ha declarado Afganistán como un Emirato Islámico y asegura que trabajarán para proteger los intereses del país y defender las leyes de la sharía
A pesar de la evidente falta de diversidad que muestran los cargos anunciados hasta el momento -todos pertenecen al ala más dura del movimiento, la mayoría de los integrantes son figuras religiosas y no cuentan con ninguna mujer- el portavoz de los taliban, Zaibhulá Muyahid, ha declarado que el Gobierno es muy diverso porque cuenta con miembros de diferentes etnias. Su respuesta al ser cuestionado por la ausencia de mujeres ha sido que el Gobierno no está completo y aún quedan puestos por asignar. También ha manifestado la intención de los taliban de "sumar a otras personas de otras partes del país".
El portavoz también ha declarado Afganistán como un Emirato Islámico, por lo que asegura que el nuevo Gobierno comenzará a trabajar de inmediato para defender las leyes islámicas de la sharía y "proteger los intereses del país, las fronteras y garantizar una paz duradera, de prosperidad y desarrollo". Ha prometido que defenderán los derechos humanos "dentro de las normas de la sagrada religión del islam". Muyahid ha querido terminar su comunicado manifestando la intención del país de mantener buenas relaciones con Estados Unidos y el resto de países, por lo que espera que todos reconozcan la legitimidad del nuevo Gobierno.
El Frente de Resistencia Nacional, que reúne a las principales fuerzas antitaliban, ha calificado al Gobierno de "ilegal e ilegítimo" y ha pedido a la ONU, la UE y otras organizaciones de carácter intergubernamental que no reconozcan el Gobierno taliban ni entablen relaciones diplomáticas con ellos.