En pleno debate sobre si será necesario administrar una tercera dosis de recuerdo de la vacuna contra la Covid, especialmente en la de los laboratorios de Pfizer, ahora un estudio de la Universidad de Tartu (Estonia) demuestra la caída de los niveles de anticuerpos generados tras la vacunación completa hasta niveles similares a los de una persona con una sola vacuna. La respuesta se da con mayor rapidez en las personas de edad avanzada.
Una nueva investigación ha demostrado que, seis meses después de administrarse la segunda dosis, los niveles de anticuerpos en las personas que han recibido la pauta completa de la vacuna de Pfizer caen hasta niveles similares a los de una persona con una sola dosis. El estudio ha sido llevado a cabo por un grupo de la Universidad de Tartu, en Estonia, y se ha publicado en la revista científica The Lancet.
Los investigadores evaluaron las respuestas de anticuerpos y células T en 122 individuos con vacunación completa de Pfizer. Se demostró que los niveles de anticuerpos generados por la vacuna caen a las 12 semanas y a los seis meses después de completar la pauta de vacunación. En este último caso, los niveles son similares a los de una persona que solo haya recibido una dosis o personas convalecientes de COVID-19. En personas de edad avanzada, la caída es aún más rápida. Las células T, claves en la respuesta del sistema inmunitario, también se reducen significativamente.
Este estudio se presenta en un momento clave en el que la Agencia Europea del Medicamento valora la necesidad de inocular una tercera dosis de Pfizer seis meses después de la administración de la segunda. Los datos apuntan a las principales cuestiones del debate: el tiempo transcurrido tras la vacunación y la influencia de la edad en la respuesta inmunitaria. La investigación demuestra también una correlación positiva entre los efectos secundarios producidos por la vacunación y la respuesta de los anticuerpos.
Los investigadores opinan que el deterioro de la repuesta a la vacuna sugiere la necesidad de tener en cuenta la vacunación de refuerzo, especialmente en personas mayores. Por lo tanto, la tercera dosis no solo sería útil para las personas inmunodeprimidas, como propone la Agencia Europea del Medicamento y el Ministerio de Sanidad.