“Su nombramiento fue una sorpresa y su salida también es una sorpresa”, decía Fermí Manteca, rector de la parroquia de Torá (Lleida), y no fue el único sorprendido, ya que todos parecían extrañados por la pronta respuesta que le dio el papa a su renuncia por “motivos personales”. En un primer momento se barajaban bastantes posibilidades, entre ellas que su retiraba se debía al desánimo, por comprobar que sus ambiciosas intenciones de aumentar el número de fieles no se cumplían, además de no tener la simpatía de parte de la curia. 

 

Otra de las hipótesis que se barajaba era la posibilidad de que sus opiniones estuviesen demasiado alejadas a la línea más progresista que marca el papa Francisco, creando unas líneas insalvables. Y esta no fue la última teoría, sino que también se consideró que el motivo fuese una maniobra para fusionar el pequeño obispado de Solsona con el de Vic. Aun así, a pesar de la cantidad de hipótesis que se manejaban, ninguna tenía la suficiente fuerza como para explicar algo que en pocas ocasiones sucedía: la renuncia de un obispo. Y es que, la razón era mucho más simple, Novell renunció por amor.

 

“Me he enamorado y quiero hacer las cosas bien”, Jesús Bastante, responsable de información religiosa de ABC y Público y redactor jefe de Religión Digital, ponía en labios de Xavier Novell esta frase. La persona por la que Novell ha decidido renunciar es una psicóloga y escritora de Barcelona, su familia ha informado a El País que no hará comentarios ni “concederá entrevistas”. Mientras tanto, Josep María Besora, sacerdote de Solsona, defiende el derecho a la intimidad de Novell: “En los últimos días recibí tres mensajes sobre esta mujer, y cada mensaje decía algo diferente. No sé nada de este asunto, y sea verdad o sea mentira, son las razones personales del obispo”.

 

Pero hay un motivo que provoca que la retirada de este obispo sea noticia, y es el simple hecho de que a lo largo de su carrera se ha ido labrando enemistades por parte de diversos sectores. Él mismo lo reconoció en 2013 en una entrevista en TV3: “Hay gente que me tiene clasificado, que no me aprecia, no me quiere. Pero es inevitable en una persona pública”. Por un lado, se ganó la enemistad de las personas más progresistas con sus controvertidas opiniones sobre la homosexualidad, el aborto y la eutanasia; defendiendo las terapias de reconversión para lo primero, y por considerar “genocidios” tanto al aborto como a la eutanasia. Y no solo eso, sino que también se oponía al matrimonio igualitario. Todo ello le hizo desvincularse de los sectores progresistas de la Iglesia, pero no se quedó ahí, también despertó el rechazo en algunos sectores conservadores por su apoyo a la causa independentista catalana.

 

Y, como no puede ser de otra manera, su renuncia también ha estado empañada por la controversia. Manteca, que ha sido uno de los sacerdotes más críticos con su manera de dirigir la diócesis, lamenta que Novell no se despidiera de sus curas y parroquianos. “Los curas supimos la noticia por el comunicado de prensa, no se nos dio explicaciones”, dijo Josep Maria Besora.