A tan solo cuatro semanas de las elecciones alemanas, el SPD remonta en los resultados de los sondeos. A pesar de haberse mantenido en tercer lugar durante toda la campaña, el cambio en la intención de voto de los ciudadanos alemanes pasa a situar a la formación socialdemócrata en primer lugar, superando a la Unión Democrática Cristiana, el partido de Angela Merkel, y a Los Verdes.
Durante meses se ha considerado que el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) no tenía ninguna posibilidad de alcanzar la Cancillería en las futuras elecciones convocadas para el 26 de septiembre y que darán fin al gobierno de Angela Merkel tras 16 años en el poder. Sin embargo, las encuestas más recientes muestran un importante cambio en los resultados, llegando a situar a la formación socialdemócrata en primer lugar en intención de voto.
Hasta esta última semana las encuestas daban a los socialdemócratas la tercera posición, por detrás de la Unión Democrática Cristiana (CDU) y Los Verdes. A tan solo cuatro semanas de que se abran las urnas, el partido ha experimentado una importante subida en la intención de voto, mejorando los datos de las formaciones rivales. Los sondeos más recientes publicados por la empresa INSA los sitúan en posición de igualdad con la CDU, con un 22% de los votos, superando a Los Verdes. Por su parte, el instituto de opinión pública Forsa le otorga la primera posición, con un 23% de los votos frente al 22% de los conservadores.
Con estos nuevos datos sobre la mesa, el pasado domingo se celebró el primer debate entre los candidatos a la Cancillería. El encuentro reunió a Olaf Scholz, el candidato socialdemócrata, Armin Laschet, de la CDU y a la líder de Los Verdes, Annalena Baerbock, y en él se habló sobre políticas internas, cambio climático y la pandemia del coronavirus, principalmente. En relación a este último, los tres se mostraron desfavorables a la imposición de nuevas restricciones en el país.
El debate también estuvo muy marcado por la actualidad internacional. Todos los candidatos enfatizaron el papel de la política de defensa alemana como consecuencia de la reciente caída de la capital afgana en manos de los taliban. A pesar de que coincidieron en reforzar el papel del país en la seguridad internacional, también expresaron sus diferencias respecto a la gestión de la crisis internacional. Laschet pidió una mejora de la capacidad militar alemana y la coordinación entre el Consejo de Seguridad Nacional y la Cancillería, mientras que la líder ecologista acusó al Gobierno de no haber cumplido con sus obligaciones en Afganistán. Por su parte, Scholz se mostró partidario de seguir enviando soldados a las misiones de paz y seguridad y destacó la importancia de una mayor cooperación internacional.
Los socialdemócratas llevaban desde 2006 sin encabezar una encuesta
El SPD sufrió una gran pérdida de apoyos desde el fin del Gobierno de Gerhard Schröder en 2005, un descenso similar al que han experimentado todos los partidos políticos consolidados en el resto de Europa, que se han visto superados por formaciones más jóvenes. Los socialdemócratas llevaban desde el año 2006 sin encabezar las encuestas de intención de voto. En 2017 obtuvieron el peor resultado de su historia, con un 20,5% de los votos, y en las elecciones europeas de 2019 solo obtuvieron un 15,8%.
Estos resultados provocaron un giro en el partido hacia su vertiente más izquierdista, aunque el candidato escogido para los futuros comicios ocupa una posición mucho más centrista. Esto se debe a los altos índices de popularidad de Olaf Scholz, sobre todo en comparación con los de sus oponentes en las futuras elecciones.
Encuestas recientes demuestran que un 41% de los votantes elegiría a Olaf Scholz directamente como canciller si existiera la posibilidad de hacerlo. Estos datos distan mucho de los obtenidos por sus adversarios: solo un 16% escogería a Laschef y un 12% a Baerbock. La buena fama del socialdemócrata se debe principalmente a la seriedad y pragmatismo que demuestra en comparación con sus contrarios. La de Scholz está siendo una campaña política sin escándalos, mientras que sus rivales han demostrado grandes debilidades en su carrera hacia la Cancillería.