Según datos publicados esta semana de la ONG Ca-minando Fronteras, 2.087 personas habrían perdido la vida el primer semestre del 2021 en su intento por llegar a España. Este número de muertes casi llega a la cantidad de desaparecidos que se dieron en todo 2020 y no se han visto datos tan sobrecogedores desde 2007.
En este monitoreo hacen un conteo sobre el número de víctimas que se han dado, tanto en cada mes de este semestre como en la ruta migratoria que han tomado. Estos datos los adquieren por medio de contacto directo con familiares de las personas desaparecidas o fallecidas durante la migración y un sistema de alertas de vidas en peligro en el mar.

Ca-minando Fronteras asocia este aumento con la crisis diplomática entre España y Marruecos, considera que la falta de control marroquí ocasionó un aumento de salidas de embarcaciones desde sus costas hacia España, añadiendo que en aquel periodo apenas había coordinación entre ambos países para rescatar las vidas en peligro del mar. "Hubo un aumento de salidas desde El Aaiun hacia Canarias momentos después de la crisis diplomática. En 15 días, han desaparecido 481 personas", indicó Helena Maleno, fundadora de este colectivo. "Estaban dejando salir a la gente y no es fácil encontrar una barca de madera, por lo que muchos se aferraban a las neumáticas, incluso de segunda mano, mucho más peligrosas. A ello se sumó la dejadez de funciones por parte de Marruecos ante los avisos de barcas en riesgo en su zona de responsabilidad”.
En este semestre han aumentado un 526% el número de víctimas en la frontera respecto al primer semestre del 2020. Además, más de un 95% de las víctimas desaparecen en el mar sin dejar rastro, y del 4% que se encuentran no todos tienen la suerte de ser identificados. Tanto no encontrar los cuerpos como no identificación son hechos más comunes de lo esperado. En relación con lo primero, es muy posible que las personas desaparezcan en el mar sin dejar rastro, como dice la misma ONG en su Guía para Familias y Victimas de la Frontera: “Es posible que embarcaciones enteras desaparezcan en el mar de forma definitiva. Durante el año 2020, 33 embarcaciones desaparecieron totalmente”.
Por otro lado, la identificación de las víctimas puede complicarse debido a que en muchas ocasiones las personas a las que se pretende identificar esconden su identidad por diversos motivos, esto supone una mayor dificultad, aunque no significa que esto sea imposible. Además, hay que añadir que las 2.087 personas desaparecidas no provenían de un solo país, sino que venían de 18 países distintos, algo que complica en gran medida la identificación. Maleno pronunciaba las siguientes palabras en relación con este tema: “El número de víctimas identificadas es aún más bajo. Hay que hacer un esfuerzo en las morgues de los distintos países implicados para identificar a esos cuerpos. Pedimos al Estado español que mejore estos procesos de identificación para poder dar respuestas”.