El acto ha sido este lunes y en su discurso ha mostrado el objetivo de conseguir una Cataluña próspera, justa, verde, feminista y plenamente libre. Además, ha asegurado que es consciente de que "quien abre paso suele ser quien más se ensucia".
Pere Aragonès es el presidente de la Generalitat de Cataluña después de meses de negociaciones en los que parecía que ERC y Junts no se iban a poner de acuerdo y provocarían una repetición de elecciones. Este lunes, el candidato de Esquerra Republicana ha tomado posesión del cargo en el Pati dels Tarongers del Palau de Generalitat tras su investidura el viernes pasado.
El actual presidente de la Generalitat ha recibido la medalla que simboliza la presidencia del anterior presidente, Quim Torra, al que ha agradecido su trabajo al frente de la Generalitat en una etapa difícil y ha defendido que su inhabilitación fue injusta. Además, ha homenajeado a los presidentes republicanos Lluís Companys y Francesc Macià.
En su discurso, Pere Aragonès se ha comprometido a trabajar para que la autodeterminación de Cataluña sea "inevitable" y conseguir una "transformación social, ecologista, feminista y democrática". Respecto a la independencia, el presidente de la Generalitat ha asegurado que se comprometió a ello y empezará a "ejercer ese compromiso desde la humildad, empatía y decisión". Además, ha asegurado que una de las prioridades es retomar los diálogos con el Gobierno de España para solucionar el conflicto político generado por el procés.
En este sentido, ha comentado que es consciente de que "quien abre paso suele ser quien más se ensucia", pero ha afirmado que no hay que tener miedo y hay que trabajar duro "para superar las sacudidas que dificultan el camino y recuperar, de nuevo la anchura que permite avanzar a todos".
Uno de los objetivos que ha marcado en su discurso ha sido el de "recuperar la confianza entre la ciudadanía y las instituciones" para poder crear una Cataluña "inconformista, innovadora, transformadora, imaginativa, creativa, republicana, con visión de futuro y con la vocación de hacer más fácil, amable y feliz la vida de sus ciudadanos".
"Somos conscientes de las dificultades que tenemos que superar, empezando por una crisis social y económica que nos ahoga, que pone en riesgo la cohesión social", ha declarado Pere Aragonès, marcando el progreso en derechos sociales y la garantía del estado de bienestar como pilares para revertir esta situación.