La escalada de violencia que se ha vivido durante los últimos 11 días entre Israel y Hamás por el conflicto en la Franja de Gaza ha finalizado tras la firma de ambas partes de un acuerdo de alto fuego que ha negociado Egipto como mediador del conflicto.

Este intercambio de ataques con misiles y bombardeos ha supuesto una tensión en el conflicto que no se vivía desde 2014 y numerosos países habían instado a ambos países a finalizar los ataques. El acuerdo ha entrado en vigor en la madrugada del viernes, aunque el Ejército de Israel ha denunciado que 15 minutos antes de la oficialización del alto al fuego ha sufrido ataques de misiles procedentes de la Franja de Gaza al saltar las alarmas de defensa en la zona israelí cercana a la Franja y en el sur del país hebreo. The Times of Israel ha confirmado que la ofensiva no ha sido grande aunque han provocado un herido. 

El portavoz de Hamás, Sami Abú Zuhri ha afirmado que "cualquier declaración sionista de un alto el fuego unilateral representa una declaración de su derrota" y ha asegurado que están preparados para todos los escenarios "para alcanzar la calma". Además, ha destacado el importante papel que ha desempeñado su organización respondiendo "con toda la fuerza a las masacres contra civiles inocentes".

El acuerdo de alto al fuego ha sido celebrado por la población civil de Gaza y Cisjordania que ha salido a la calle tras 11 días en una situación de tensión que ha dejado 232 muertos en Gaza, 65 de ellos niños, y 12 en el territorio de Israel, dos de ellos niños.

Los medios de comunicación de Palestina han informado que los civiles han realizado marchas improvisadas para recorrer las calles con libertad que durante los últimos 11 días eran el objetivo de bombardeos constantes. Estos acontecimientos también se han producido en ciudades de Cisjordania como Silwan y en Jerusalén los palestinos han celebrado el fin de la escalada de violencia en las calles e incluso se han lanzado fuegos artificiales.